CIDH pide a Haití que garantice el proceso de transición con el apoyo de la comunidad internacional

24 de junio de 2024

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Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) agradece los esfuerzos de Haití por asegurar una transición política y anima a ese Estado a priorizar los principios de la transparencia y la participación inclusiva. Al mismo tiempo, insta a la comunidad internacional a seguir brindando apoyo al Estado haitiano, para que este pueda superar la violencia que pone en grave riesgo la vida y la integridad de las más de 11 millones de personas que viven en ese país.

La CIDH reconoce que la creación del Consejo Presidencial de Transición el 25 de abril de 2024 y el nombramiento de Gary Conille como Primer Ministro de Transición el 29 de mayo de 2024 son pasos fundamentales para iniciar el restablecimiento de la institucionalidad democrática en Haití. Sin embargo, a la Comisión le preocupan las acusaciones de falta de transparencia que se le han hecho al Consejo y que en las últimas semanas hicieron que se invalidaran los nombramientos anteriores del primer ministro y del presidente del Consejo. La CIDH toma nota de los acuerdos alcanzados por el Consejo, que establecen un sistema de presidencia rotativa y toma de decisiones mediante elecciones internas que deben ser aceptadas por cinco de las personas con derecho a voto en ese Consejo. También preocupa a la CIDH el hecho de que no haya mujeres en el Consejo.

Por otro lado, la Comisión reitera su profunda preocupación por la incesante escalada de la violencia que afronta el país a manos de bandas del crimen organizado, que afecta de manera desproporcionada a grupos en situaciones de vulnerabilidad histórica. En particular, la violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes perpetrada por bandas y otros grupos armados, en un contexto de impunidad y falta de estructuras de apoyo, constituye una emergencia nacional.

Según estimaciones de las Naciones Unidas, durante el primer trimestre de 2024 se documentaron asesinatos o lesiones graves de más de 2.500 personas en incidentes violentos vinculados con grupos armados. Según la información pública disponible, uno de los ataques recientes más graves se produjo a comienzos de mayo de 2024 en barrios cercanos al aeropuerto y a supermercados muy concurridos. El 10 de mayo, grupos armados tomaron la comisaría de Gressier, en la entrada sur de la capital del país, Puerto Príncipe. Los días 11 y 12 de mayo, esos grupos se movilizaron contra el apoyo internacional y exigieron a la población que se manifestara, amenazándola con perpetrar asesinatos, lesiones y expulsiones del país. En esta situación, la CIDH toma nota de la destitución el 15 de junio de 2024 del director de la Policía Nacional Haitiana, al que se había criticado por no tomar medidas suficientes para proteger a los agentes del cuerpo atacados por bandas.

En la actualidad, según la ONU, un 90% de Puerto Príncipe está bajo el control de bandas delictivas. También lo están rutas clave hacia las zonas agrícolas de Haití, lo cual genera una reducción de la producción y problemas de abastecimiento. En este contexto, el aeropuerto y el puerto se mantuvieron cerrados durante casi tres meses, lo cual impidió la llegada de alimentos y otros suministros. De momento, se han retomado gradualmente algunos vuelos comerciales, mientras que el puerto permanece cerrado. Además, diversas bandas delictivas han perturbado el abastecimiento de bienes.

La escasez y los altos precios hacen que muchos productos estén más allá del alcance de la mayoría de la población. La falta de alimentos preocupa especialmente a la CIDH, dado que 4,97 millones de personas (según datos facilitados con el apoyo de la ONU) requieren algún tipo de ayuda en forma de alimentos y que eso supone casi la mitad de la población de Haití, donde 1,64 millones de personas padecen desnutrición aguda. Además, debido a la violencia, muchas personas tienen problemas para llegar a instalaciones sanitarias cuando las necesitan y el personal sanitario muchas veces no logra llegar a su lugar de trabajo. Los hospitales cercanos a las zonas más afectadas por la violencia incluso se han visto obligados a cerrar sus puertas.

La situación también tiene impacto en las prisiones, que están totalmente colapsadas y que (con la excepción del Centro Penitenciario Nacional de Puerto Príncipe) carecen de servicios de salud y alimentos suficientes. Dos personas que estaban privadas de la libertad murieron recientemente de inanición. Como los colegios permanecen cerrados por la violencia imperante, niños, niñas y adolescentes han pedido la opción de recibir alimentos en los centros educativos. Esta situación podría estar afectando al crecimiento de niños y niñas, especialmente en la primera infancia.

A la Comisión también le preocupa el aumento del número de personas internamente desplazadas, que huyen de la violencia y se están asentando en precarios campamentos para la población refugiada sin servicios ni alimentos suficientes. Según los datos más recientes publicados por las Naciones Unidas el 20 de junio de 2024, la cifra de personas internamente desplazadas en Haití ha alcanzado en la actualidad la cifra récord de 578.074, que incluye a más de 310.000 mujeres y niñas y a 180.000 niños y niñas. Esta cifra asciende a más del doble de las 197.999 personas internamente desplazadas que se reportaron en noviembre de 2023. Esta situación convierte a Haití en el país del mundo con más desplazamientos por la violencia relacionada con la delincuencia.

Basándose en estas consideraciones, la Comisión hace un llamamiento a todos los actores políticos, y especialmente a quienes integran el Consejo Presidencial de Transición, para que refuercen el proceso de diálogo político pacífico de cara a lograr acuerdos que incluyan las voces de todos los sectores. Además, insta a los Estados a seguir adoptando medidas para restablecer la institucionalidad democrática y la gobernabilidad con estabilidad en Haití mediante procesos transparentes que garanticen la rendición de cuentas y permitan la participación inclusiva. En este sentido, la CIDH destaca la importancia de incluir a las mujeres en los procesos políticos y de desarrollo de políticas a todos los niveles. Todas esas medidas son clave para superar gradualmente la crisis, como lo indica el informe de la CIDH Situación de derechos humanos en Haití.

Además, la Comisión reitera que la seguridad es un elemento fundamental para garantizar los derechos humanos y restablecer la institucionalidad democrática y el pleno funcionamiento de los poderes y las instituciones del Estado. En este sentido, también es crucial la entrada en funciones de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre de 2023, lo cual requiere el apoyo político y económico de los Estados de las Américas.

A pesar de los esfuerzos de algunos Estados en forma de ayuda financiera o envío de fuerzas policiales, la CIDH lamenta los desafíos que impiden el establecimiento de la Misión, que se deben principalmente a una falta de recursos. Según la sociedad civil, a 10 de junio de 2024, el fondo creado para recibir recursos para la Misión contaba con alrededor de 21 millones de dólares, una cantidad que se considera insuficiente para ponerla en marcha. Además, no hay fondos suficientes para garantizar la asistencia humanitaria a la población.

La CIDH reitera que la búsqueda de soluciones permanentes para superar esta grave crisis debe ser liderada por el pueblo haitiano, con la participación de organizaciones de la sociedad civil y con el apoyo de la comunidad internacional. En este contexto, la CIDH insta a la comunidad internacional a incrementar sus esfuerzos para brindar urgentemente al Estado haitiano un apoyo que permita poner en funcionamiento la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, así como ayuda de otros tipos que permita superar los graves desafíos actuales en términos de seguridad ciudadana, alimentación y salud, los cuales ponen gravemente en peligro la vida y la integridad de la población haitiana.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal y no representan a sus países de origen o residencia.

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