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CIDH urge al Estado a garantizar condiciones de seguridad en albergue para migrantes en México
2 de agosto de 2012
Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación ante las circunstancias que forzaron el cierre de la Casa del Migrante San Juan Diego, colonia Lechería, municipio de Tultitlán, Estado de México. La CIDH urge a las autoridades del Estado de México a adoptar las medidas que sean necesarias para asegurar que los y las defensores que trabajan en el albergue puedan desarrollar su trabajo en condiciones de seguridad.
Según información recibida por la CIDH, el 7 de julio de 2012 se habrían producido disturbios en los alrededores de la Casa del Migrante San Juan Diego, tras lo cual habría sido cerrada como consecuencia de presiones ejercidas por los vecinos. Los habitantes de la zona estarían también solicitando que se levante la carpa instalada en forma temporal en la colonia Independencia para brindar asistencia humanitaria a migrantes.
La Comisión había venido recibiendo información sobre tensiones existentes en los alrededores de esta casa del migrante, la cual tendría capacidad para 70 personas pero habría llegado a albergar a 500. Entre la información recibida, se incluyen actos de hostigamiento y amenazas de parte de particulares contra el personal y los migrantes allí albergados.
La Comisión insta al Estado a garantizar la seguridad de los migrantes que acuden al albergue y de los vecinos y vecinas de la localidad. Asimismo, la CIDH urge a México a adoptar e implementar medidas para que defensoras y defensores de los migrantes puedan continuar realizando sus labores en condiciones de seguridad.
Tras su visita a México en 2011, la Relatoría sobre Derechos de Migrantes destacó que "los albergues proveen seguridad, alimentación e información a miles de personas que transitan todos los años por México. Estas personas y organizaciones cumplen una función social de gran valor, donde el Estado ha estado ausente durante muchos años".
En este sentido, el Comisionado Felipe González, Relator de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes, expresó que "la Comisión tiene conocimiento de la importancia del trabajo que realiza la Casa del Migrante San Juan Diego. Es necesario que el Estado garantice las condiciones de seguridad necesarias para que este centro pueda reabrir sus puertas. Asimismo, es imperativo que las autoridades lleven a cabo todas las acciones que sean necesarias para prevenir y combatir cualquier forma de discriminación racial y de xenofobia, y promover el entendimiento entre los habitantes del Estado de México y los migrantes que por allí transitan".
La CIDH destaca asimismo que la labor de defensoras y defensores de los migrantes es de fundamental interés de toda la región, pues protegen los derechos de personas provenientes de varios países del continente. La Comisión reitera que los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de derechos humanos no solo afectan las garantías propias de todo ser humano sino que atentan contra el rol fundamental que juegan en la sociedad y sume en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan. En su "Segundo Informe sobre la Situación de Defensoras y Defensores en las Américas", la Comisión consideró a las y los defensores de los migrantes como un grupo en especial situación de riesgo en vista de las graves y múltiples agresiones que sufren en retaliación a sus actividades.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 98/12