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CIDH expresa profunda preocupación sobre la situación de las niñas y niños migrantes que están llegando a los Estados Unidos
20 de junio de 2014
Washington, D.C. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su profunda preocupación por la situación de las niñas y niños migrantes no acompañados que están llegando a la frontera sur de los Estados Unidos de América. En este sentido, la Comisión reconoce el pronunciamiento hecho por el presidente Barack Obama al reconocer que esto es una "situación humanitaria urgente", así como por los esfuerzos gubernamentales adicionales de alto nivel para proporcionar ayuda humanitaria a estas niñas y niños.
Según la información de público conocimiento, entre el 1 de enero y el 31 de mayo 2014 la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos detuvo un número récord de 47.017 niños migrantes no acompañados a lo largo de la frontera suroeste de los Estados Unidos. Esta cifra representa un aumento de casi 50% respecto de la cifra del año pasado. Previamente, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU. habían estimado la llegada de 60.000 niñas y niños migrantes no acompañados en 2014, tras revisar las cifras, ahora se estima que pueden llegar a ser 90,000. De los 47.017 niñas y niños migrantes detenidos en lo que va de 2014, la gran mayoría (46.188) proceden de El Salvador (9.850), Guatemala (11.479), Honduras (13.282) y México (11.577) y los demás (829) de otros países.
Un informe reciente publicado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), titulado “Children on the run”, tras realizar entrevistas a niños y niñas de México y Centroamérica que se encontraban en situación migratoria irregular en los Estados Unidos encontró que el 58% indicaron que fueron "desplazados forzosamente" debido a: la violencia por parte de actores armados del crimen organizado, tales como carteles del narcotráfico y pandillas; violencia doméstica; y en el caso de México, el reclutamiento forzado por parte de redes de tráfico de personas.
Información de público conocimiento indica que, una vez que estas niñas y niños llegan a los Estados Unidos y son detenidos por las autoridades, muchos de ellos están siendo mantenidos en detención por CBP durante un período de tiempo más largo que el máximo establecido de 72 horas. Además, la Comisión ha recibido información preocupante de organizaciones de derechos humanos sobre los abusos sufridos por los niños durante su detención, incluyendo acceso insuficiente a comida y agua; hacinamiento y condiciones insalubres en celdas y centros de detención migratoria; la falta de mantas, colchones, ropa de cama limpia; además de más de cien denuncias de abuso físico, verbal y sexual por parte de los agentes en contra de las niñas y niños detenidos, los cuales fueron presentados en una denuncia presentado por organizaciones no gubernamentales contra el Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU.
En respuesta, la Comisionada Rosa María Ortiz, Relatora sobre los Derechos de la Niñez, señaló lo siguiente: "Hago un llamado a las autoridades estadounidenses, medios de comunicación y la sociedad en general para que primero y sobretodo vean a estas niñas y niños migrantes como niñas y niños. Las vulnerabilidades y riesgos que enfrentan por ser niños y migrantes al mismo tiempo, exige que los Estados Unidos garantice que el principio del interés superior del niño y el principio de unidad familiar sean consideraciones primordiales en todas las políticas, leyes, procedimientos y medidas que se implementen con relación a estos niños. Las niñas y niños migrantes deberían recibir esa protección integral que en tantas ocasiones les han sido prometidas y todavía no se reflejan plena y realmente en las políticas, leyes y prácticas en materia de migración”.
En la misma línea, el Comisionado Felipe González, Relator sobre los Derechos de los Migrantes y Relator de país para los Estados Unidos, también señaló que: "Estamos ante una crisis humanitaria que comprende cifras record de niñas y niños migrantes en la frontera sur de los Estados Unidos, pero también en otros países de la región. A través de visitas in-loco y audiencias, hemos podido ver como nuestros niños están muriendo o siendo víctimas de diversas formas de violencia en muchas partes de la región, y en este contexto, hay algunos niños que han podido huir de estas formas de violencia, tanto dentro como fuera de sus países. Esta situación es una bomba de tiempo y requiere que los Estados garanticen el derecho a migrar, el derecho a buscar y recibir asilo, el principio y el derecho de no devolución y el derecho a no ser forzado a migrar. Abordar los problemas subyacentes que causan la migración forzada, tales como la desigualdad, la pobreza, la seguridad humana y la corrupción exigen una respuesta regional coordinada con el fin de crear políticas comunes centrados en la protección de los derechos humanos de los niños migrantes".
Ante esta situación, la Comisión considera que la primera obligación de los Estados Unidos debe ser garantizar que se implementen procedimientos que permitan identificar adecuadamente a las niñas y niños migrantes que podrían requerir protección internacional o que tengan otras necesidades especiales de protección, así como garantizar el acceso pleno a procedimientos de protección internacional o protección complementaria. Además, dado que los factores de expulsión y atracción que están detrás de estos flujos migratorios mixtos en la región son complejos, tales como los altos niveles de criminalidad, la desigualdad, la pobreza, la falta de seguridad humana, y, por otro lado, mayor seguridad humana, niveles más bajos de criminalidad y mejor calidad de vida, la Comisión recomienda que los países de la región desarrollen políticas migratorias regionales con enfoque de derechos humanos que aborden estos factores, así como en prevenir las causas que generan la migración forzada. Por último, tal como estableció en su Informe sobre Inmigración en Estados Unidos: Detenciones y Debido Proceso, la Comisión recuerda a todos los Estados de la región que la detención de una niña o niño como consecuencia de su situación migratoria irregular representa una violación de los derechos del niño y siempre está en contra del principio del interés superior del niño.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 67/14