Washington, D.C. -
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa
preocupación por la situación de los derechos de la juventud en
Venezuela y hace un llamado a que se adopten medidas de protección
integral dirigidas a esa población. A través de sus diferentes
mecanismos, la CIDH ha recibido información con respecto a las
afectaciones particulares que enfrenta la juventud venezolana debido a
la crisis humanitaria e institucional que atraviesa el país. Aunque no
haya una definición unívoca de juventud, la Comisión se refiere en
particular a las personas con edad entre 15 y 24 años, según el
entendimiento actual de la Organización de las Naciones Unidas.
La CIDH considera que la juventud venezolana enfrenta desafíos enormes
para sobrellevar adecuadamente su etapa de desarrollo y potencializar
sus competencias, principalmente en cuanto a su autonomía personal.
Según dio a conocer recientemente desde la sociedad civil organizada, en
varios estados del país se presentan altos índices de deserción y
abandono escolar en los centros de educación media, alta, superior y
técnica. Esto sería atribuible a la interrupción de servicios públicos
como el suministro de agua, energía eléctrica y transporte, así como la
suspensión de programas de alimentación escolar. Igualmente, según
informó dicha organización, entre 2016 y 2019 habrían sido reclutados al
menos 15 mil jóvenes por grupos armados irregulares en la frontera con
Colombia.
Asimismo, resulta preocupante el alto índice de desempleo juvenil que,
para el año 2019, se ubicó en el 18,78%. Al respecto, le preocupa a la
Comisión que, para acceder a programas públicos como el Plan Chamba
Juvenil, se exija como requisito contar con el ‘carnet de la patria’,
que, por sus signos distintivos, sugiere afiliación política e
ideológica con el gobierno.
Por otro lado, en su visita in loco a la frontera colombo-venezolana,
realizada en febrero del presente año, la CIDH observó que la migración
venezolana está compuesta en gran medida por personas jóvenes en
condiciones de pobreza. La Comisión destaca el hecho de que muchas
mujeres jóvenes migran con bebés en brazos o en estado de embarazo. Al
respecto, la Comisión ha tenido conocimiento de la escasez de métodos
anticonceptivos en Venezuela, lo que restringe la autonomía
reproductiva.
Además, la CIDH resalta que la interseccionalidad de diversos factores,
tales como género, etnia o discapacidad, colocan a diversos grupos de la
población en una situación especial de riesgo. Por este motivo, la
Comisión hace un llamado a que se adopten medidas con enfoques
interseccionales para que la juventud venezolana ejerza de manera
integral su desarrollo y disfrute tanto de sus derechos civiles y
políticos como los económicos, sociales y culturales.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 159/20