Historias de Mujeres liderando la respuesta frente a la crisis COVID-19

 

No cabe duda que la pandemia del COVID-19 ha profundizado las desigualdades, con mayor énfasis en las mujeres y grupos en situación de vulnerabilidad. Ante estos retos, históricamente las mujeres se han movilizado en las comunidades para ofrecer respuestas solidarias. También hoy, son las mujeres las que están saliendo al rescate de quienes más lo necesitan.

Desde el Task Force Interamericano sobre Liderazgo de las Mujeres estamos buscando identificar, visibilizar y destacar a las mujeres que vienen liderando iniciativas críticas en los territorios.

Junto a las historias que ya hemos compartido, conoce estas otras historias que a continuación destacamos, de mujeres que están haciendo la diferencia a través de sus liderazgos:

Waleska Lopez

Waleska López Canú

Orgullosamente Maya Kaqchikel. Doctora en Medicina y Directora Médica de Wuqu’ Kawoq / Alianza Maya para la Salud.

Wuqu’ Kawoq / Alianza Maya para la Salud es una organización internacional que trabaja en las comunidades más empobrecidas de Guatemala, resolviendo sus necesidades de atención médica, buscando superar las barreras a la salud, uniendo medicina, cultura y lengua indígena.

Actualmente, en el marco de la pandemia, la Dra. López se encarga de planificar y coordinar múltiples actividades. Entre otras, la atención por medio de “telemedicina” a niñas/os con desnutrición crónica y aguda, mujeres con necesidades de salud sexual y reproductiva, y pacientes con enfermedades complejas y crónicas entre quienes, además, ya han distribuido ayuda alimentaria a 900 familias.

Desde Wuqu’ Kawoq también vienen dotando de equipos de protección personal a estudiantes del último año de Medicina que prestan servicios en el área rural. Asimismo, están ofreciendo asesoramiento y capacitación online a profesionales médicos/as, al tiempo que coordinan un grupo de Whatsapp con más de 180 miembros de más de 100 organizaciones sociales donde ofrecen información sobre la gestión de las medidas de prevención del COVID-19 en las comunidades.

La Dra. López señala que el idioma es otra importante barrera en la comunicación para la prevención del virus. Por ello es que desde Wuqu´Kawoq, junto a instituciones socias, crearon una serie de videos, audios, programas radiales y otras acciones para ser difundidos en 7 idiomas mayas y en español, con un alcance y acceso más compatible al contexto rural e indígena.

“La crisis por la pandemia ha visibilizado nuestra cruda realidad, que ha sido desatendida históricamente. Las mujeres indígenas poco a poco nos vamos haciendo conscientes de nuestro verdadero papel en la familia y en la sociedad. Tenemos mucho que aportar, desde nuestras experiencias de vida y el conocimiento de lo que somos y queremos, así como del conocimiento de las necesidades reales de la propia comunidad".

Delores Robinson

Delores Robinson

De origen jamaiquino, vive en Trinidad y Tobago hace más de 34 años donde actualmente dirige GROOTS Trinidad y Tobago, una organización de la sociedad civil que brinda atención y asesoramiento para el empoderamiento de las mujeres víctimas de violencia de género, la salud sexual y reproductiva, conciencia de salud mental y VIH / SIDA.

Desde que comenzó la pandemia del COVID-19, las medidas de confinamiento junto al cierre de los negocios no esenciales han profundizado las condiciones de vulnerabilidad de estas personas cuyas necesidades específicas suelen ser difíciles de garantizar en su pleno acceso.

Si bien desde el Gobierno de Trinidad y Tobago se están ofreciendo algunas ayudas de mitigación a la crisis del COVID-19, tales como alivio salarial, subvenciones de asistencia para el alquiler y apoyo nutricional, GROOTS T&T ayuda a las personas a navegar por el sistema gubernamental para obtener estos beneficios ya que, además de tratarse de trámites con cierta complejidad, muchas personas no tienen acceso a Internet.

Delores comenta también que, si bien las personas con VIH están manteniendo el acceso a medicamentos o tratamientos, no se están contemplando sus necesidades de nutrición o protección, como las mascarillas recomendadas para prevenir el contagio.

Desde su organización, y solo con el apoyo y contribuciones particulares, Delores prepara comida para 30 familias y las distribuye personalmente entre las comunidades de menos recursos. Entre otras familias a las que GROOTS T&T ayuda se encuentran siete hijos/as de entre 3 y 18 años de un hogar monomarental, cuya madre portadora de VIH falleció víctima de cáncer durante la pandemia. Ahora su preocupación está en los hijos huérfanos y su situación de vulnerabilidad. Dos días antes de su fallecimiento Delores pudo hacer arreglos para la preparación y el asesoramiento de duelo para cinco de los hijos/as, mientras trabaja y espera sumar apoyos para que la reconstrucción de la casa de esta familia pueda ser una realidad, ya que necesitan desesperadamente mejores condiciones de vida.

También visita semanalmente a personas desplazadas que viven en los parques a quienes, además de alimentos, les proporciona jabón, toallas sanitarias, toallas de mano y desinfectante, al tiempo que les ofrece charlas de sensibilización y prevención.

“Creemos que estamos todos/as juntos en esto, pero hay muchas personas que no tienen las cosas que damos por sentado: un hogar seguro, alimentos saludables y la capacidad de hablar y ser escuchadas. Es un trabajo agotador, pero ahora se necesita más que nunca".

Carmen y Rita

Carmen Huallanca y Rita Lavio

Carmen es Trabajadora Social y Rita es Antropóloga. Trabajan en la comunidad de Cancha Cancha, una comunidad campesina de 600 habitantes ubicada en el Ayacucho, Perú.

En esta comunidad, la mayoría de los hogares en situación de pobreza y pobreza extrema no tienen televisor, radio, buenos celulares ni acceso a internet para acceder a la plataforma virtual “Aprendo en Casa” creada por el Gobierno para dar continuidad a la educación de niños y niñas durante la contingencia sanitaria por la pandemia del COVID-19.

Dadas estas dificultades de conexión, y sin más opciones para las familias, Carmen y Rita observaron que los niños y niñas ocupaban su tiempo apoyando a sus familias en las actividades cotidianas del campo, como el pasteo del ganado y la cosecha. Al ver esta situación decidieron ayudar.

Es así como decidieron liderar la iniciativa “Aprendo en el Campo”, dando clases a niños y niñas que se encuentran en situación desfavorecida en la comunidad, especialmente a quienes no tienen televisor, radio, buen celular ni internet en casa. También apoyan a niños y niñas en situación de vulnerabilidad (huérfanos/as, con discapacidad y a los que tienen padres/madres con dificultades en el manejo del castellano). En la actualidad, apoyan a 35 niños y niñas de diferentes grados.

Las clases son planificadas y se desarrollan de lunes a viernes en lugares al aire libre donde pueden cumplir con el protocolo de salud acerca del distanciamiento social. Para ello, Carmen y Rita escogen lugares que se encuentran a 10 o 20 minutos de caminata desde el pueblo. En contacto con la naturaleza, los niños y niñas disfrutan mientras aprenden en un ambiente seguro. Ellas se aseguran de que siempre usen mascarillas y se laven las manos con agua y jabón antes, después de las clases y en los momentos de merienda.

Cabe resaltar que el soporte se realiza en gran parte con enfoque intercultural bilingüe, puesto que los niños y niñas tienen como lengua materna el quechua.

Al comienzo, Carmen y Rita cubrieron personalmente los gastos para los materiales esenciales: una pizarra pequeña, plumones, papelotes, lapiceros, lápices y otros. Asimismo, ellas llevan agua y jabón para el lavado de los manos del alumnado durante las clases. Desde que un medio de comunicación virtual publicó la historia de estas dos líderes comunitarias, recibieron apoyo de personas y organizaciones y han podido complementar los materiales que necesitan para que los niños y niñas de Cancha Cancha no se queden atrás respecto a su desarrollo educativo en este contexto de pandemia.

“El trabajo que realizamos es voluntario, pues no esperamos recibir nada a cambio. El mejor pago que recibimos es la gratitud de las familias y la sonrisa de nuestros niños y niñas. Para mi comunidad, estamos contribuyendo con un granito de arena en el desarrollo educativo. Considero que la educación es como una vacuna contra la pobreza puesto que a los niños, y especialmente a las niñas, les ayudará a salir de su condición socioeconómica desfavorable, generará desarrollo personal y de la comunidad”, sostiene Carmen Huallanca.