Mujeres liderando la respuesta frente a la violencia hacia las mujeres durante la pandemia

 

A medida que se ampliaron las medidas para prevenir la expansión de la pandemia COVID-19, creció también el riesgo para las mujeres víctimas de violencias que están confinadas a convivir 24 horas con sus agresores, muchas de ellas sin medios o recursos para pedir apoyo o auxilio, o incluso para salir del entorno de violencia.

Desde el Task Force Interamericano sobre Liderazgo de las Mujeres queremos reconocer a las organizaciones sociales de mujeres y a las líderes que las conducen, impulsando iniciativas críticas de atención, auxilio y contención de las víctimas de violencias en razón de género durante esta pandemia.

Junto a las historias que ya hemos compartido, conoce estas otras historias que a continuación destacamos:

Ana Pecova

Ana Pecova - EQUIS Justicia

Ana es la Directora Ejecutiva de EQUIS Justicia, una organización feminista que desde 2011 busca transformar las instituciones, leyes y políticas públicas de México para mejorar el acceso a la justicia por parte de las mujeres.

Ana señala que la violencia contra las mujeres es el segundo delito más denunciado en México. Advierte que ante las medidas tomadas para prevenir el contagio del COVID-19, numerosas víctimas no están siendo atendidas y auxiliadas debidamente en el acceso a la justicia.

Desde EQUIS Justicia han lanzado la iniciativa “No estás sola”, para la cual han logrado tejer una red de organizaciones diversas con el propósito de coordinar la asistencia a las mujeres víctimas de violencia durante la contingencia sanitaria. A través de esta articulación se está coordinando la difusión de folletos y números de teléfono de organizaciones que pueden ayudar a las víctimas a conectarse con rutas de atención como la Red Nacional de Refugios. Y con el objetivo de atender la diversidad cultural, se sumaron organizaciones de mujeres indígenas y se ha conseguido adaptar la comunicación a cada comunidad, habiéndose logrado que el material sea traducido a siete lenguas indígenas diferentes, disponibles en audio para difundir por radio o WhatsApp. Asimismo, han hecho alianzas con algunas compañías como Uber con quienes han conseguido un código de viaje gratis para las mujeres víctimas de violencia que necesitan trasladarse a un refugio.

“Estas alianzas de organizaciones de mujeres se están dando como resultado de la crisis, pero también como resultado de la ausencia del Estado y sus instituciones. El valor añadido de estas organizaciones es que cada una conoce a la perfección su trabajo, conoce a las comunidades, sabe cómo llegar a cada una de sus audiencias. Y es muy bonito ver el resultado de estos esfuerzos colectivos que no solo potencian el trabajo institucional, sino que amplían el acceso y mejor impacto de lo que hacemos en beneficio de las mujeres”.

Beatriz Quintero

Beatriz Quintero - Red Nacional de Mujeres

Beatriz coordina la Red Nacional de Mujeres de Colombia. Una Red feminista integrada por mujeres y organizaciones sociales de mujeres con presencia hace más de 30 años en diferentes regiones del país trabajando en defensa de los derechos de las mujeres.

En el marco de la crisis por el COVID-19, desde la Red advirtieron que la violencia hacia las mujeres se profundizaría, por lo cual decidieron expandir sus iniciativas y esfuerzos para ayudar a las víctimas. Beatriz señala:

“Antes de la pandemia, ya estaba documentado que en Colombia el hogar representaba el lugar más inseguro para las mujeres, y que el domingo era el peor día de la semana. Las medidas de aislamiento convirtieron en domingo todos los días de la semana. Sólo en Bogotá, las llamadas a la línea púrpura aumentaron un 230% desde que comenzaron las medidas de confinamiento”.

Previo a la actual coyuntura, desde la Red crearon la aplicación móvil “ELLAS libres de violencia”, la cual tiene como objetivo fundamental informar a las mujeres sobre la normativa existente en Colombia en relación a las violencias en razón de género, así como brindar orientación sobre cuáles son las rutas de atención que existen y que las víctimas deben exigir. Estas rutas están georreferenciadas con los servicios públicos a disposición, por lo que indican bien un hospital, una fiscalía o una inspección de policía en función del lugar donde se encuentre la víctima.

La App, además, tiene un botón antipánico que permite a las usuarias que programen sus redes de contacto (amistades, familia) y que, una vez activado el botón, las personas allegadas puedan conocer cuando estén sufriendo situaciones específicas de violencia, disminuyendo el riesgo de quedar aisladas y sin ayuda. En el contexto del COVID-19 han podido constatar el incremento en el uso de la App, por lo que están difundiendo y promoviendo aún más su uso.

Respecto al rol de las organizaciones de mujeres, Beatriz declara: “Las propuestas de políticas públicas y soluciones a estas afectaciones deben construirse con las organizaciones de mujeres, no debemos ser invitadas a aprobaciones de propuestas, sino estar en la construcción colectiva de esas propuestas. Debemos buscar mecanismos expeditos para que en las discusiones sobre cómo enfrentamos los efectos de esta pandemia tengamos una representación y delegación de las organizaciones de mujeres en Colombia”.

Blanca Pachecho

Blanca Pacheco Lupercio. Fundación María Amor

La Fundación María Amor ha posibilitado salvar la vida de muchas mujeres desde hace más de 15 años en Cuenca, Ecuador. Blanca es su Directora Ejecutiva.

La Fundación opera mediante un programa de atención integral con cuatro componentes:

• Una línea telefónica de apoyo a mujeres que funciona las 24 horas, los 365 días del año.

• Una casa de acogida para las mujeres que han tenido que dejar sus hogares huyendo de una situación de violencia. En esta casa se ofrece atención desde cinco modalidades: psicología, trabajo social, legal, infanto juvenil y espacios saludables, tanto para las mujeres víctimas como para sus hijos e hijas. Destaca de esta casa su carácter ecológico, ya que incluye sistemas de energía solar, composteras, baños secos e incorporando procesos de sanación a través del contacto con la tierra.

• "Mujeres con éxito" es el otro componente del trabajo. Se trata de un proceso de formación y capacitación para fortalecer destrezas y habilidades de las mujeres sobrevivientes de violencia que les permitan ampliar sus posibilidades laborales. Para ello cuentan con tres emprendimientos productivos mediante los cuales las mujeres que participan pueden generar recursos y así iniciar su proceso de autonomía económica.

• Para las mujeres sobrevivientes de violencia que salen de la Casa de Acogida cuentan con departamentos acompañados. Se trata de espacios de vivienda temporal y accesible dirigidos a la generación de redes de sostenimiento y apoyo.

“Creemos que es posible aportar en los procesos de transformación y sanación de las mujeres si entendemos que los efectos de las violencias son múltiples y por lo tanto requieren diversas respuestas y alternativas”, sostiene Blanca.

Asimismo, comenta que son 204 las mujeres que pudieron recibir atención durante el confinamiento, entre las cuales 66 mujeres (junto con sus hijos e hijas) debieron huir de sus hogares por la situación de riesgo. Sin embargo, les preocupa la imposibilidad de acoger a nuevas víctimas dada la limitación espacial de la casa, como así también la paralización de los emprendimientos productivos, que truncan el apoyo a la autonomía de las mujeres. Por otro lado, temen por la situación de las mujeres sobrevivientes de violencia que ya salieron de la casa de acogida, muchas de las cuales perdieron sus empleos y otras están a punto de perder sus viviendas. Ante esta situación, desde la Fundación iniciaron un proceso de entrega de raciones alimenticias, insumos de limpieza, materiales de apoyo escolar para que los niños y niñas puedan culminar sus estudios, acompañando a 42 mujeres y alrededor de 87 niños, niñas y adolescentes.

“Las mujeres en situación de violencia presentan niveles de angustia y temor muy altos, latentes tanto por perder la vida por el COVID-19 así como por perderla en manos del agresor con quien están aún obligadas a convivir”, alerta.