Es
evidente que la mayoría de los países del Contiente tienen
interés por la problemática del desarrollo sustentable y
ambiental, aqunque no han definido políticas explícitas para
el campo de la educación escolarizada.
La definición de
estas políticas no es un aspecto insondable ni insalvable de
los países, pero demanda voluntad poltica oficial, onformación
para hacer decisiones en los más altos niveles de cada país, y
la concepción de un sistema articulado de premisas, principios,
objetivos y macroestrategias de alguna magnitud, aspectos para
los cuales algunos gobiernos paracerían no estar todavía
preparados.
Frente a esta
situación, dos tipos de esfuerzos paracen vislumbrarse en el
contexto de un esfuerzo de concertación y cooperación
internacional alrededor del tema: el establecimiento de una
cooperación dirigida a los gobiernos que están en esa
situación, bajo el concepto de cooperación horizontal entre
los países en desarrollo; y una cooperación entre países
desarrollados y no desarrollados, con la intermediación de un
organismo regional gubernamental.
Esta cooperación,
en cualquiera de los dos casos, podría orientarse a apoyar una
mejor caracterización de los problemas del desarrollo sostenido
y ambiental, asociados con la educación, de los diversos
países: así como a identificar las áreas temáticas comunes
de trabajo más prioritarias.
A partir de esas
caracterizaciones, cada país podría construir o ajustar sus
políticas educativas ambientales en función de los sistemas
integrales de educación, e intentar desarrollos que
robustecerán el sistema total. Así se buscaría dar un aporte
mayor de la educación al proceso del desarrollo sustentable. Se
analizarían, conjuntamente, las alternativas de
descentralización de la acción educativa integral enro de cada
país, en función de sus problemas especiales de desarrollo
sustentable.
Esto implicaría
hacer investigaciones sobre la relación educación-desarrollo
en general, y no solamente en el área escolarizada, en
términos operativos concretos, según las necesidades de cada
país; y sus insumos deberán incorporarse al cúmulo de
información de las entidades nacionales que planifican el
desarrollo.
También
implicaría asesoría para el desarrollo de los estudios
nacionales, y el diseño de políticas educativas firmes. (La
Educación Ambiental se enraíza en el continente. Mario A.
Encalada OEA).
Política
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