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4. Normas técnicas nacionales para los productos madereros

4.1 Introducción
4.2 Primeros pasos para el establecimiento de normas para la madera estructural
4.3 Normas técnicas para madera no estructural
4.4 Otros tipos de normas técnicas
4.5 Conclusiones

4.1 Introducción

A medida que el sector manufacturero de productos madereros se desarrolle en Uruguay en respuesta a la creciente disponibilidad de madera rolliza, se volverá cada vez más importante que sus productos sean reconocidos como confiables, en el sentido de que tengan características físicas y mecánicas sobre las que todos los involucrados puedan contar.

Una racionalización de las formas de especificar y evaluar la calidad de los productos madereros otorga cierta protección al consumidor, que tradicionalmente carece de medios para determinar los méritos de lo aseverado por los fabricantes o sus distribuidores. Desde el punto de vista de los industriales, una producción ordenada que cumpla con una norma de calidad reconocida limita las perspectivas comerciales de competidores menos escrupulosos así como la posibilidad de reclamos por parte de clientes insatisfechos.

La mayoría de los países reconocen ahora formalmente normas técnicas para prácticamente todos los productos de la madera, y la mayoría de los productores y principales consumidores reconocen lo beneficioso de esta situación. En el caso de Uruguay, el mercado local para productos madereros es muy pequeño, reflejando una preferencia fuertemente establecida por el uso de productos de hormigón y otros materiales de construcción en la gran mayoría de edificios. En este campo, la necesidad de normas técnicas para la madera es probablemente mayor aún pues debe servir de instrumento para socavar una tradición fuertemente arraigada. Esto es deseable (i) en el interés de la conservación de energía y de alguna limitación a la liberación a la atmósfera de gases propios del "efecto invernadero" así como (ii) porque un mercado doméstico ampliado llevará al aumento de la producción de productos de madera mas amigables" al medioambiente.

Actualmente, en Uruguay, las normas técnicas son limitadas en número y alcance, y se refieren principalmente a nomenclaturas, definiciones (glosarios) y metodología para pruebas Mientras que éstas son incuestionablemente necesarias como requisito básico, no llegan a fomentar confianza en la utilización de productos madereros ni a guiar a los productores en la fabricación de productos con normas apropiadas en términos físicos y de calidad Elevar el nivel de estas normas para que contribuyan a proteger al consumidor e imponer niveles de calidad a los fabricantes implica un trabajo substancial. En este subcapítulo se identifica el alcance del trabajo a realizar y se indica cómo la experiencia australiana puede servir de ayuda.

En efecto, Australia ha desarrollado una lista muy extensa de normas técnicas para la madera, en particular para su uso como material de construcción43 En ese país, la madera aserrada y compensada constituye materias primas extremadamente importantes para la construcción en particular de viviendas En esta actividad es necesario asegurar dos importantes resultados (i) economía en la construcción (es decir utilización de una cantidad mínima de materiales en un sistema de construcción que a su vez minimice la demanda de otros insumos (como la mano de obra) y (ii) garantía para los consumidores de que el producto que adquieren (por ejemplo, una casa) es estructuralmente correcto durable y con bajas exigencias de mantenimiento.

43 Por razones de espacio, la lista de las normas australianas y las normas que se mencionan a continuación no pudieron anexarse al presente documento. No obstante, copias de las mismas están disponibles para consulta y/o fotocopia en la biblioteca de la Dirección Forestal del MGAP También se encuentran en el banco de datos sobre normas del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).

El proyecto de vivienda de bajo costo desarrollado en Uruguay por la "Overseas Project Corporation de Victoria" (Australia) en 1993 y 1994 demostró que la provisión de un mejor estándar de protección básica al sector carenciado de la sociedad podría lograrse de manera económica con la adopción de nuevos métodos de construcción basados en productos de la madera Más aún ha sido sugerido que, para otros tipos de construcciones - casas o edificios comerciales e industriales - se podría recurrir a estructuras de madera para los techos para lograr una mayor economía con respecto al uso tradicional de hormigón La economía se deriva de dos componentes (i) el costo de los materiales y otros insumos empleados en la construcción del techo y (ii) el hecho de poder prescindir de la construcción de los cimientos masivos requeridos para sostener un techo de hormigón.

La vivienda de bajo costo y las estructuras de techos para una gama mayor de edificaciones deberían ser consideradas por los aserraderos de Uruguay como una oportunidad extraordinaria del mercado interno para la colocación de madera estructural Para facilitar el desarrollo de este mercado será probablemente imperativo contar con normas apropiadas para la madera estructural.

4.2 Primeros pasos para el establecimiento de normas para la madera estructural

A continuación, se presupone que la madera para uso estructural será secada, preferentemente a través de un proceso que incluya el secado en cámara, hasta lograr un contenido de humedad de equilibrio que sea apropiado al tipo de aplicación deseada y en cualquier circunstancia, no mayor a 18% Este supuesto se basa en la opinión de que la madera estructural aserrada verde proveniente de plantaciones de rápido crecimiento - dadas sus bajas propiedades de resistencia y rigidez - no logrará fomentar y mantener un nivel de demanda aceptable.

No todo el trabajo requerido para el establecimiento de un sistema de normalización cae dentro del espectro de competencias de una institución responsable de las normas nacionales En particular la especificación detallada de las propiedades físicas y mecánicas releva de la investigación científica antes que del desarrollo y promulgación de normas, si bien lo último depende fundamentalmente de lo primero Por lo tanto en Uruguay como en Australia diversas instituciones están involucradas en esta tarea

El primer paso en el diseño de un sistema de normalización consiste en establecer una norma para la nomenclatura de las diferentes especies y, eventualmente híbridos que se plantan en Uruguay Desde 1989, el número de especies plantadas ha aumentado en forma significativa, particularmente en el género Eucalyptus En algunos casos, será necesario diferenciar entre subespecies, tal como con el E. globulus ssp. globulus y el E. globulus ssp. maidenii ampliamente aceptadas hoy como subespecies con propiedades distintas

En segundo lugar, con procedimientos normatizados de prueba (preferentemente aquellos con el más alto grado de aceptación/difusión internacional e incuestionablemente basados en el sistema métrico decimal) deben establecerse y publicarse las propiedades físicas y mecánicas estándares para cada especie y subespecie, basadas en muestras pequeñas de madera. Para esto será imperativo que: (i) la edad de los árboles de donde se han obtenido las muestras sea conocida e indicada y (ii) se establezca un protocolo de muestreo resultante de una investigación cuidadosa Estos imperativos se derivan del hecho de que, en el caso de cosechas de árboles de plantación (i) casi todas las propiedades mecánicas y físicas mejoran con la edad antes de estabilizarse y (ii) en árboles de plantación relativamente jóvenes hay una variación adicional significativa dentro de la misma especie atribuible a su origen genético, condiciones locales, etc.. Con respecto a la edad quizás sea necesario publicar dos juegos de datos de propiedades físicas y mecánicas, una basada en madera joven, como la producida en los raleos, y la otra basada en madera de talado de árboles de 20 años y más de edad. Una lista razonablemente amplia de las propiedades físicas y mecánicas esenciales para una comprensión cabal de las propiedades estructurales de la madera de una determinada especie a una edad dada incluye:

· las densidades en verde, básica y en seco (secado al aire, 12% de contenido de humedad);

· los porcentajes de contracción radial y tangencial, preferiblemente con valores de movimiento (es decir el porcentaje de cambio en las dimensiones radiales y tangenciales por cada 1% de cambio en el contenido de humedad en el rango de 12% a 20% de contenido de humedad) y una indicación de la susceptibilidad de la especie al colapso de la fibra (contracción anormal cuando los contenidos de humedad están por encima del punto de saturación de la fibra);

· las propiedades de flexión estática (carga de punto medio) de: (i) la tensión en el límite de proporcionalidad, (ii) el modulo de rotura y (iii) el módulo de elasticidad;

· las propiedades de compresión paralela a la fibra de: (i) la tensión en el limite de proporcionalidad, (ii) la resistencia máxima al aplastamiento y (iii) el módulo de elasticidad;

· la resistencia máxima al esfuerzo cortante tanto en el plano radial como tangencial;

· las propiedades de tenacidad al impacto (para los planos radial y tangencial) y el valor Izod (también para los planos radial y tangencial);

· la resistencia a la carga de raja (en los planos radial y tangencial);

· el valor Janka de dureza para el grano terminal (testa) y para los planos radial y tangencial;

· las propiedades de torsión de: (i) la tensión en el limite de la proporcionalidad, (ii) la tensión máxima de torsión y (iii) el módulo de rigidez.

En tercer lugar, utilizando algunos de los datos obtenidos en estas pruebas, se asignara un grupo de resistencia a la madera secada sobre la base de los valores mínimos indicados en el Cuadro II.8

Cuadro II.8 - Grupos de resistencia para madera secada


SD 1

SD 2

SD 3

SD 4

SD 5

SD 6

SD 7

SD 8

MÓDULO DE RUPTURA
(en mega Pascal)

150

130

110

94

78

65

55

45

MÓDULO DE ELASTICIDAD (en giga Pascal)

21,5

18,5

16,0

14,0

12,5

10,5

9,1

7,9

RESISTENCIA MAX. AL APLASTAMIENTO
(en mega Pascal)

80

70

61

54

47

41

36

30

Fuente: Consultores PRAIF-II

A manera de ejemplo del agrupamiento para especies presentes en el Uruguay, la práctica australiana incluye los siguientes grupos:

E. globulus ssp. globulus (monte indígena)

SD 1

E. grandis (monte indígena)

SD 2

E. camaldulensis (monte indígena)

SD 5

E. viminalis (monte indígena)

SD 4

E. saligna (monte indígena)

SD 3

E. nitens (monte indígena)

SD 4

Pinus radiata (de plantación)

SD 6

Pinus elliottii var. elliottii (de plantación)

SD 5

Pinus taeda (de plantación)

SD 6

Pinus caribaea var. hondurensis (de plantación)

SD 6

La norma australiana AS 2878 Maderas-Clasificación en grupos de resistencia contiene un listado más amplio44

44 Ver nota de pie anterior

Al ubicar una especie en un grupo de resistencia, será frecuente que las tres propiedades consideradas para cada especie (módulo de ruptura, módulo de elasticidad y resistencia máxima al aplastamiento) no caigan dentro del mismo grupo En este caso se aplicarán las siguientes "reglas":

· Si la agrupación más baja se refiere a módulos de rotura, entonces el grupo de especie general puede ser elevado un escalón por encima de éste si el módulo de elasticidad es al menos dos escalones, y la fuerza de compresión al menos un escalón por encima de ese mínimo;

· Si la agrupación más baja se refiere a módulos de elasticidad entonces el puntaje general puede ser elevado un escalón por encima de ello si el módulo de ruptura está al menos dos escalones, y la fuerza de compresión al menos un escalón, por encima de ese mínimo.

· Si la agrupación más baja es para la fuerza de compresión entonces el grupo de resistencia general puede ser elevado un escalón por encima del minimo si tanto los módulos de ruptura como de elasticidad están al menos un escalón por encima de ese mínimo

Vale la pena reiterar que la información y su uso según se detalla arriba es para pequeñas muestras de madera sin defectos, representativas de las especies y posiblemente, de sus grupos etarios. Evidentemente, las propiedades de resistencia y rigidez evaluadas serán las máximas para la especie en una clase etaria determinada. Si estos datos se comparan entre sí, se obtendrá una aproximación de los méritos estructurales relativos para varias especies y quizás para varias clases etarias Sin embargo, estos datos no proveen una indicación adecuada de las propiedades de la madera de una determinada especie en los largos y secciones transversales que generalmente se requieren en la construcción En estos largos y secciones es común encontrar defectos tales como desviación de grano, nudos y otras imperfecciones naturales que tendrán efectos significativos en la resistencia y rigidez de cada pieza

Por lo tanto, es necesario clasificar la madera aserrada en clases con el fin de - (i) establecer un límite definido con respecto a los defectos permitidos en cada clase y (ii) relacionar estas clases a una cierta proporción de la resistencia de una muestra de madera libre de nudos y sin defectos.

La determinación de las tensiones de trabajo básicas de la madera aserrada conforma así el paso siguiente y es importante que la normativa de un país incluya las reglas utilizadas para clasificar la madera en clases con los limites relativos a defectos permitidos

Al respecto, las normas australianas AS 2082-1979: Madera de no coníferas visualmente clasificada por tensión para propósitos estructurales, y AS 2858-1986 Maderas de coníferas visualmente clasificada por tensión para propósitos estructurales son útiles para el sector forestal en Uruguay La primera porque es probablemente la única norma disponible a nivel mundial que se refiere a los defectos específicos encontrados en el Eucalyptus, y la segunda porque es totalmente pertinente en el caso de aquellas coníferas que crecen en Uruguay A modo de ilustración, la norma AS 2082-1979 permite observar que se emplean cuatro conjuntos de "reglas de clasificación" para clasificar la madera aserrada en grupos que se definen como Grados Estructurales 1 a 445

45 Ver pp 11 a 18 de la norma citada.

Una alternativa a la clasificación visual es el uso de instrumentos especialmente diseñados para realizar la clasificación mecánicamente. La clasificación instrumental fue desarrollada inicialmente por la Comisión Forestal de North South Wales (Australia) debido a incertidumbres que surgen al momento de clasificar la madera de plantaciones jóvenes de pinos con un número considerable de defectos a menudo no aparentes Es una técnica particularmente valiosa para clasificar componentes que habrán de soportar altas tensiones, tales como largueros de escaleras tablones de andamios y tiranteria, o en caso de producirse altos volúmenes de madera estructural46 No obstante se considera que el uso de estas máquinas de clasificación de la tensión para la producción de lo que se conoce en los Estados Unidos como "madera aserrada clasificada mecánicamente por tensión" (Machine stress rated, MSR) es práctico únicamente en grandes aserraderos que se dedican a la producción de madera de uso estructural.

46 Las normas AS 1748-1978: Madera clasificada mecánicamente por tensión y AS 1749-1978: Reglas para la clasificación mecánica por tensión indican el desarrollo y el exitoso uso práctico de instrumentos mecánicos capaces de determinar y marcar mediante un código de colores la dase de tensión de las piezas individuales de madera, de diferentes largos, que pasan por la máquina.

Las categorías en las que se clasifica la madera aserrada se denominan clases de tensión Una clase de tensión puede definirse como la clasificación de una pieza de madera con destino estructural por medio de métodos visuales o mecánicos para indicar básicamente las principales tensiones de trabajo en la flexión a los efectos del diseño de ingeniería; y, por inferencia, las tensiones básicas de trabajo para otras propiedades generalmente utilizadas en diseño En la práctica australiana, una clase de tensión se designa por la letra F seguida de un número, tal como 14 indicando una tensión básica de trabajo en flexión de 14 mega Pascales

Las relaciones entre los grupos de resistencia y las clases de tensión se ilustran en el Cuadro II 9 Si bien este cuadro proviene de una norma específica para maderas de no coníferas, es ilustrativo de la importante dependencia de la clase de tensión de una pieza de su grupo de resistencia (determinado por las propiedades de pequeñas muestras de madera libre de nudos) y del contenido de defectos (el limite superior de los cuales está determinado por el grado estructural asignado después de inspección)

Cuadro II.9 - Clase de tensión para cada grado estructural

CLASE DE TENSIÓN


GRADO ESTRUCTURAL


No. 1

No. 2

No. 3

No. 4

SD 1

F43

F34

F27

F22

SD 2

F34

F27

F22

F17

SD 3

F27

F22

F17

F14

SD 4

F22

F17

F14

F11

SD 5

F17

F14

F11

F8

SD 6

F14

F11

F8

F7

SD 7

F11

F8

F7

F5

Fuente: Norma australiana AS 2082-1979. Tabla 2, p. 20.

Es de lo más importante observar que cada uno de los cuatro grados estructurales utilizados en e I cuadro mencionado provee supuestamente madera con propiedades de resistencia que presentan una relación constante con las propiedades de resistencia de pequeñas muestras de madera libre de nudos de las especies Por lo tanto, teóricamente, los Grados Estructurales No. 1, 2, 3 y 4 tienen un 75%, 60%, 47,5% y 38%, respectivamente, de las propiedades de resistencia de pequeñas muestras libres de nudo de las mismas especies.

En términos prácticos, si la madera posee el contenido de humedad requerido y otros requerimientos físicos (todos los cuales son detallados en las normas técnicas australianas correspondientes), la asignación de una clase de tensión significa que no hay necesidad, para propósitos estructurales, de identificar ninguna otra propiedad de la pieza, ni siquiera el nombre de la especie a la que pertenece Dicho de otra forma, una pieza de madera aserrada F8 ya sea de conífera o no conífera tiene propiedades de resistencia y rigidez comunes que revelan su capacidad estructural

En el documento AS 1684 Código nacional para estructuras de madera47 se encuentran todos los detalles de ingeniería para la muy amplia gama de usos de la madera en la construcción de viviendas y pequeños edificios comerciales Para cada uso es posible referirse a uno de los varios suplementos, cada uno de los cuales es especifico para una clase dada de tensión o clase 'F' A medida que aumenta la clase de tensión las secciones requeridas para lograr una determinada capacidad estructural son más pequeñas Es este hecho lo que permite que la madera aserrada proveniente de varias de las especies de eucaliptos en Australia (tales como E. pilularis y E. maculata cuando secadas y clasificadas en el Grado Estructural No 2, se ubican en la clase de tensión F 27) tenga una posición competitiva en usos de alta carga (tales como dinteles) incontrovertida por ningún otro producto de madera como en particular la mayor parte de la madera aserrada de pinos de plantación comercializada como F5

47 Ver nota de pie 43

Una publicación derivada de la anterior - el Manual para estructuras de madera del TRADAC (Timber Research and Development Advisory Council) de Queensland - ofrece información más sencilla y posiblemente aún más pertinente para Uruguay e indica una muy amplia oportunidad de selección entre maderas con distintos grados de tensión para cualquier uso en la construcción de viviendas o pequeños edificios comerciales

Para ingenieros que buscan diseñar estructuras de madera que sobrepasen el alcance de los suplementos al documento AS 1684 una pieza de madera con un grado de tensión asignado tiene un conjunto determinado de tensiones de trabajo básicas, que puede ser utilizado para determinar sus capacidades para el diseño estructural En el Cuadro II 10 se presentan las tensiones de trabajo básicas más elementales para cada clase de tensión

Cuadro II.10 - Tipo de tensión (en mega Pascales)


FLEXIÓN

TENSIÓN PARAL. AL GRANO

ROTURA EN VIGAS

COMPRESIÓN PARAL. AL GRANO

MÓD. DE ELASTICID.

F34

34.5

207

2.45

26,0

21.500

F27

27.5

16.5

2.05

20.5

18.500

F22

22.0

13.5

1 70

16.6

16.000

F17

17.0

10.2

1 45

13.0

14.000

F14

14.0

8.4

1 25

10.5

12.500

F11

11.0

6.6

1 05

8.3

10.500

F8

8.6

5.2

0.86

6.6

9.100

F7

6.9

4 1

072

5.2

7.900

F5

5.5

3.3

0.62

4 1

6.900

F4

4.3

2.6

0.52

3.3

6.100

Fuente: Consultores PRAIF-II

Detalles adicionales para el diseño de ingeniería, relacionados con propiedades mecánicas menos frecuentemente utilizadas - tales como la compresión perpendicular al grano y la resistencia al esfuerzo cortante en los encastres -, se encuentran en la norma AS 1720: Estructuras de madera Esta normativa también permite determinar cómo las tensiones de trabajo básicas se modifican para lograr estimaciones de las tensiones de trabajo reales para usos especiales. Las aplicaciones que requieren tales modificaciones incluyen la duración de la carga, niveles de humedad, temperatura, longitud y posición de las superficies de apoyo y posible carga compartida (como en el caso de ensamblados laminados).

Parecería apropiado para Uruguay considerar la adopción del manual AS 1684: Código nacional para estructuras de madera y/o los manuales derivados del mismo tal como el que fuera elaborado por el T.R.A.D.A.C. para el ámbito de Queensland. Si esta opción resultara práctica y fuera utilizada, el país podría ahorrar una enorme cantidad de trabajo y esfuerzos para producir una normativa técnica similar, la cual muy probablemente no resultaría en un conjunto de requerimientos significativamente diferentes para armazones de madera para viviendas y pequeñas estructuras comerciales. Ciertamente parecería que las condiciones ambientales para la construcción en Uruguay - incluyendo las condiciones sísmicas y las velocidades de vientos prevalentes y máximas que deben ser tenidas en cuenta en los parámetros de diseño de edificios - son muy similares a aquellas experimentadas en Queensland del sur La capacidad comprobada del documento de referencia de proveer una estructura que es tanto económica como estructuralmente segura, apoya también este enfoque

En estas circunstancias, el desarrollo de normas técnicas para madera estructural en Uruguay se vería considerablemente simplificado. Resumiendo las observaciones anteriores, la tarea involucraría:

· la determinación de las propiedades físicas y mecánicas de especies individuales, tal vez en dos categorías etarias, como se indica más arriba;

· la determinación de los contenidos de humedad de equilibrio apropiados para las principales especies y las variaciones climáticas regionales si fuera necesario;

· la asignación de grupos de resistencia para cada especie en condición estacionada y tomando en cuenta el contenido de humedad de equilibrio;

· el establecimiento de un conjunto de reglas visuales de clasificación por tensión siguiendo los lineamientos de los documentos AS 2082 y AS 2858, que posibiliten la asignación de grados de tensión de tipo F. Las reglas de clasificación indicadas en estos documentos deberían ser evaluadas con la ayuda de un ingeniero especializado en estas normas, con el fin de determinar su aplicabilidad para lograr, con maderas locales, los valores indicados para las propiedades de resistencia de pequeñas muestras sin defectos. Si las reglas de clasificación resultaran pertinentes, su uso sería recomendable.

La madera clasificada por tensión podría entonces destinarse a usos estructurales utilizando manuales de origen australiano, tales como los publicados por el T.R.A.D.A.C. para Queensland Además del manual ya mencionado, el T.R.A.D.A.C. publica también manuales para ambientes que sufren de cargas de viento significativamente más altas, como en North Queensland donde pueden darse vientos huracanados estacionales. Estos manuales son muy amplios en la cobertura de la gama de usos de la madera y las clases de tensión. Otros manuales disponibles son más específicos. Por ejemplo, muchas empresas de aserrado - o asociaciones de aserraderos con intereses comunes, tales como los productores de madera de Pino Radiata - publican manuales específicos para sus productos 48

48 Uno de estos documentos, para clases de tensión F 17 y F 27 (madera de Eucalyptus) para usos en dinteles, está disponible para consulta en la biblioteca de la Dirección Forestal del MGAP.

Hasta ahora este subcapítulo se ha concentrado en las normas técnicas para madera de uso estructural; conviene también considerar las normas técnicas aplicables a maderas de uso no estructural.

4.3 Normas técnicas para madera no estructural

Aunque las características físicas y mecánicas mencionadas anteriormente tienen su principal utilidad en la determinación de la adecuación y capacidad estructurales de la madera de cualquier especie, también son valiosas en los usos no estructurales. Por lo tanto, su determinación es un asunto que no debe ser menospreciado a priori por considerar que los usos estructurales de la madera son de importancia nacional limitada. A continuación se asume que las recomendaciones para la determinación de las propiedades físicas y mecánicas de la madera de las principales especies plantadas en Uruguay serán aceptadas y ejecutadas.

Las normas técnicas para usos no estructurales son de dos tipos principales, genérico y específico Las normas genéricas se ejemplifican en

· AS 2796-1985. Madera aserrada - No. coníferas estacionadas - Productos terminados a máquina.

· AS 1492 al 1489-1973: Tablas aserradas - Productos terminados a máquina de pino radiata, y

· AS 1781-1975 Tablas aserradas de coníferas producidas en Australia (excluyendo pino radiata y ciprés)

Existen además normas técnicas locales - tales como las promulgadas por asociaciones industriales (por ejemplo, la Asociación de Industrias Forestales de Tasmania)- que son específicas a una especie o grupo de especies y que se aplican a las tablas aserradas sin cepillar secadas en cámara, que predominan en las ventas

En tanto que cada una de estas normas se refiere a usos específicos - tales como el machihembrado de pisos, planchas de recubrimiento, tableros y planchas de barcaza, todas los cuales han sido cepillados - es hacia el enfoque general de clasificación y el establecimiento de tolerancias que se debe dirigir la atención Se utiliza la norma AS 2796 como ejemplo.

Este documento indica que se aplican cuatro clases - libre de nudos, selecto, estándar y utilitario49 - y provee todos los detalles acerca de cómo determinar estas clases50 Es la indicación más importante que esta norma puede dar para el caso de Uruguay Es también particularmente relevante que la lista de defectos indicada sea específica para los eucaliptos. De importancia secundaria son las indicaciones sobre limitaciones del contenido de humedad y las instrucciones sobre la determinación de los límites de las clases y las dimensiones. Este documento podría verse como una fuente proporcionando indicaciones sobre enfoques igualmente válidos para productos secados en cámara, sin cepillar, pese a que su título es específico a productos "terminados a máquina"

49 Ver sección 1.4, p. 5 de la norma citada.
50 Ver Apéndice B, pp. 15-23, de la norma citada.

Varias normas australianas para usos específicos han sido seleccionadas como material de referencia para Uruguay, en función de la producción local existente o susceptible de aparecer en el futuro cercano Estas normas, que ilustran la forma de enfocar las normas técnicas de uso específico, son las siguientes:

AS 020-1948:

Reglas de clasificación para travesaños

AS 061-1955:

Travesaños de madera de no coníferas del este y sudeste de Australia

AS 080-1955:

Entablados de madera de no coníferas del este y sudeste de Australia

AS 071-1960:

Bloques de madera para pisos de parquet

AS 1261/1262-1972:

Parquet de mosaico de madera

AS 1540-1974:

Marcos y volantes de ventanas en madera

AS 2689-1984:

Puertas de madera

AS 2209-1994:

Postes para líneas aérea

Una cuestión central es si Uruguay debiera moverse en la dirección de normas genéricas o de uso específico para madera no estructural. Siendo realistas, esto sólo puede ser determinado por la situación del mercado de la madera. Actualmente, éste está dominado por la producción de madera para pallets de Eucalyptus y tablas de encofrado de pino. Las tendencias emergentes indican una producción más variada de productos aserrados. En el subsector de Eucalyptus la extracción de tablas de mayor calidad del stock de pallets, se está iniciando. Los aserraderos de pino están produciendo volúmenes crecientes de maderas para molduras, componentes de muebles y trozas para machihembrado.

Desde la perspectiva del desarrollo y promulgación de normas técnicas nacionales, se considera que se obtendría muy poco beneficio de dedicar los escasos recursos a madera aserrada verde para usos tales como pallets y encofrado Sin embargo, existe alguna evidencia que sugiere que el desarrollo y promulgación temprana de normas técnicas para madera secada sería útil Una inspección (limitada) de plantas de utilización terciaria en Montevideo, donde se intenta convertir madera pobremente secada en productos de mayor valor agregado, parece sugerir que estos esfuerzos se verán frustrados hasta que se tenga la seguridad de que la madera esté adecuadamente estacionada Considerando que cualquier esfuerzo de utilización terciaria debe ser fomentado, en particular por la capacidad de generación de empleo de este sector parece deseable desarrollar y promulgar rápidamente normas técnicas nacionales para madera estacionada Como se ha dicho, esto implica la determinación de niveles de contenido de humedad de equilibrio adecuados para las principales especies y/o grupos de especies En tanto que en Australia la madera estacionada debe tener un contenido de humedad de entre 10% y 15% esto puede no ser realizable en las condiciones más húmedas existentes en Uruguay donde tal vez deba aceptarse un nivel máximo de 18%

Posteriormente, seria apropiado desarrollar y promulgar normas técnicas nacionales para madera estacionada siguiendo las líneas ilustradas en la norma australiana - AS 2796 donde se reconocen y definen cuatro clases, las que pueden ser aplicadas a madera aserrada sin cepillar, madera escuadrada y una variedad significativa de molduras previamente definidas Esto puede parecer un enfoque algo enciclopédico pero es probablemente inevitable

Se podría además introducir un refinamiento En Australia, solamente dos de los defectos de distorsión (encorvadura y arqueadura) se aplican diferencialmente según los productos y aun allí solo en términos de las clases "libre de nudos" y "selecto"51 Se considera que otros defectos también deberían ser aplicados diferencialmente de acuerdo con el uso Esto se basa en el reconocimiento de que productos específicos pueden diferir en su tolerancia por la presencia de defectos en superficies específicas Por ejemplo la mayor parte del stock para laminación con pegamento es tolerante de defectos tanto en la cara como en la contracara, mientras estos se limiten a la zona central Por otro lado, estos defectos no serían tolerados en madera para otros usos, tales como molduras y pisos

51 Ver tabla B1, p. 21, de la norma australiana AS 2796.

Considerando que la tarea es de una magnitud considerable, sería razonable adoptar un acercamiento por etapas al desarrollo y la promulgación de normas técnicas nacionales. Esto podría involucrar normas técnicas nacionales provisorias con periodos de validez definidos, los cuales al expirar darían lugar a nuevas normas mejoradas. Un adelanto progresivo en la forma indicada hacia el objetivo final de un conjunto de normas técnicas global y durable parece adecuado a una situación donde el sector aserradero está en su infancia y los mercados internos están subdesarrollados

4.4 Otros tipos de normas técnicas

Aunque es poco probable que la producción de madera estructural laminada y encolada o piezas machihembradas sea significativa actualmente en Uruguay, la fabricación de estos productos bien podría ser considerada por algunos de los principales aserraderos en el futuro cercano Sin embargo el desarrollo de normas técnicas nacionales para estos productos debería esperar a que comiencen a ser producidos en forma sostenible52

52 Los siguientes documentos pueden ser útiles como material de referencia: AS 1328- 1987: Madera estructural laminada y encolada; y AS 1491- 1973: Cuartones machihembrados y/o laminados de P radiata.

Asimismo, la producción de chapas de debobinado y madera compensada es muy pequeña por el momento pero el desarrollo de esa opción de uso de la madera es prometedor para el país En la norma AS/NZS 2269-1994 Madera terciada estructural resultan de particular interés las definiciones de cuatro calidades de chapas de debobinado Estas definiciones o reglas de clasificación útiles en Uruguay cuando aparezcan nuevas instalaciones para la producción de chapas

Por otra parte, un desarrollo reciente en Australia y Nueva Zelandia ha sido el análisis intra-grado es decir la evaluación de las propiedades de resistencia y rigidez dentro de cada clase Esto se debió a las crecientes criticas sufridas por la obtención de las propiedades mecánicas de la madera estructural mediante el análisis de pequeñas muestras sin defectos y de la adjudicación de tensiones de trabajo sobre la base de una clasificación visual Han surgido además dificultades reales para realizar la clasificación visual de la madera proveniente de plantaciones de pinos no podados, en vista de las tasas de producción logradas hoy en día con la maquinaria moderna para la fabricación de molduras. Este tipo de críticas ha reforzado el interés en la clasificación instrumental y ha extendido su uso desde la madera aserrada a los paneles compensados de gran tamaño Como material de referencia al respecto puede consultarse la norma técnica desarrollada conjuntamente entre Australia y Nueva Zelandia, AS/NZS 4063 - 1992: Madera - Clasificada por tensión - Evaluación de resistencia y rigidez intra-grado

4.5 Conclusiones

Debe enfatizarse que el desarrollo y la promulgación de normas técnicas nacionales depende fundamentalmente de que la institución nacional responsable trabaje en estrecha colaboración con el sector industrial forestal, los organismos de investigación y, probablemente, los consumidores, tales como los constructores de viviendas, carpinteros, fabricantes de molduras y muebles, etc En este sentido, la cooperación y el acuerdo mutuo, que normalmente involucran largas y francas conversaciones, numerosas reuniones e investigaciones técnicas especiales constituyen ingredientes esenciales

Esto sugiere la necesidad de una buena organización por parte de la industria forestal y otras partes interesadas del sector privado, mediante comités representativos, activos y capaces, con autoridad para negociar y cerrar tratos con las demás partes involucradas

Un aspecto importante al definir normas técnicas nacionales es la determinación de si éstas serán de uso obligatorio En Australia, la mayoría de las normas no son obligatorias. Las pocas normas obligatorias son las que se relacionan con situaciones de riesgo vital, tales como las normas parta cableado eléctrico Sin embargo, ningún aserradero de jerarquía colocarla en el mercado algún producto de madera que no cumpla con la normativa relevante De hecho, la enorme mayoría de los productos de madera que se venden en Australia lleva un sello fijado por el fabricante certificando que su producción cumple con los requerimientos de la norma técnica correspondiente

En este capitulo, se presentan los estudios de prefactibilidad que se desarrollaron para los siguientes usos industriales de la madera generada en el país, con vista a la exportación

· la producción de astillas (chips) para pulpa,
· la transformación primaria integrada de la madera en productos de alto valor, y
· la producción de madera aserrada.

Las perspectivas de los mercados internacionales para la comercialización de los productos que generarían estas Inversiones fueron analizadas en el primer capitulo Por lo tanto, en la presentación de los estudios de prefactibilidad no se vuelve a tratar el tema de los mercados Por otra parte, los estudios realizados para las dos primeras opciones mencionadas fueron ampliamente difundidos como documentos de trabajo del PRAIF-II53 Por esta razón, en estos dos casos se presenta una versión resumida que, si bien incluye todos los elementos requeridos para evaluar su rentabilidad, no incorpora explícitamente todos los cálculos efectuados

53 PRAIF-II, Complejo de producción y exportación de astillas para pulpa en Uruguay, Dirección Forestal-OEA-FONADEP, 1995; y E. Shield) y R. Hansen, Perspectivas para la transformación con alto valor de las plantaciones de Eucalyptus en Uruguay, op. cit.

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