9.1.1 Síntesis histórica
9.1.2 División político-administrativa
9.1.3 Evolución de los principales centros poblados
9.1.4 Integración espacio-funcional
En esta sección se presenta la evolución histórica, la organización político-administrativa vigente, la evolución de los principales centros poblados y las relaciones internas y externas de la región.
La historia de la Región Amazónica refleja una constante postergación de los derechos y aspiraciones de sus pobladores, frente a una política colonizadora de ocupación y desarrollo dictada por los centros nacionales de poder, en base a intereses y objetivos extrarregionales a menudo opuestos a los regionales.
Su ocupación se ha realizado principalmente mediante migraciones no planificadas que han resultado en la creación de asentamientos espontáneos. En la época colonial se enviaron expedicionarios y misioneros para tomar posesión de las tierras, cobrar tributos y catequizar a los pueblos conquistados. En la época republicana se continuó con esta práctica, realizando contratos y convenios con diferentes órdenes religiosas, delegándoles una infinidad de funciones que las convirtieron prácticamente en la única forma de autoridad en la región.
Entre las principales responsabilidades de los misiones se pueden mencionar las de colonizar la región y civilizar a sus pueblos, involucrando la apertura de trochas, el traslado de colonos y la formación de centros poblados. La relación con los indígenas se orientó a la implantación forzada de nuevos patrones culturales, incluyendo una nueva creencia religiosa y un nuevo idioma.
La ocupación amazónica significó desde su inicio el dominio de los sectores externos (misioneros, colonos) sobre los internos (pueblos indígenas). Con el auge de la extracción del caucho, en la región se establecieron además grandes haciendas arroceras y ganaderas, que abastecían de alimentos a los caucheros de las zonas río abajo. Estas haciendas utilizaron mano de obra indígena, muchas veces de manera forzada, introduciendo un nuevo sector en el esquema de dominación regional: el empresarial.
Los conflictos territoriales de mediados del siglo XX despertaron la preocupación por la soberanía nacional, haciendo que gradualmente se crearan destacamentos militares y se enviaran algunas autoridades civiles. Igualmente, se propició el movimiento espontáneo de habitantes de otras regiones del país hacia la Amazonía, principalmente condicionado por crisis en otras regiones. Con el descubrimiento del petróleo y la construcción de las carreteras principales, el proceso de ocupación se extendió hacia la llanura amazónica.
La infraestructura vial construida para la exploración y explotación petrolera ha permitido un intenso movimiento migratorio y una acelerada ocupación de espacio regional. La política de ocupación se ha basado en las suposiciones falsas de que la región se hallaba totalmente despoblada, contaba con abundantes tierras fértiles y los sistemas productivos agropecuarios de otras regiones eran aplicables en la Amazonía.
La política actual hacia la Amazonía está íntimamente ligada al modelo de desarrollo imperante y a las consideraciones de seguridad nacional. La tendencia desarrollista ha dado prioridad al criterio que es menester fomentar la producción y la integración de la Amazonía con el resto del país, para que esta contribuya a resolver problemas estructurales a nivel nacional, tales como la desigual distribución de los medios de producción y la insuficiente producción agropecuaria. Frecuentemente se han mencionado como objetivos para su desarrollo la necesidad de ampliar la frontera agrícola, descongestionar otras regiones, integrar económicamente a los países, generar excedentes agrícolas y ganaderos, etc., para contribuir al desarrollo económico general.
Los postulados de seguridad nacional apuntan hacia una integración de la región en todos los campos aunque, en la práctica han significado el incremento de fuerzas militares en la Amazonía y el apoyo a la colonización, como instrumento para crear las llamadas "fronteras vivas".
A nivel regional, son escasos los instrumentos para determinar sus propias políticas de desarrollo y, mucho menos, hacerlas valer en los centros nacionales de decisión. Son las entidades petroleras y de infraestructura las que, con su alta capacidad de inversión, están orientando la ocupación y desarrollo, sin mayor coordinación intersectorial y con prioridades fijadas externamente.
En el sector agropecuario, se ha favorecido la ganadería y la producción orientada al mercado, ocasionando la relegación a un segundo plano de las actividades tradicionales de subsistencia, aumentando el grado de dependencia de la región con el resto de los países.
La tendencia desarrollista favorece la rápida e intensiva explotación de los recursos naturales, con sólo marginales consideraciones a la conservación del medio ambiente, la producción sostenida a largo plazo y la preservación de los derechos indígenas.
No existen en la región estructuras locales eficaces que regulen las actividades regionales, determinen prioridades de desarrollo y las hagan respetar a nivel nacional. La baja población de la Amazonía, su poco poder político y la baja conciencia nacional sobre la importancia de esta región en el desarrollo, ha ocasionado que se conceda una baja prioridad a la solución de sus problemas, concentrándose en el apoyo a la solución de problemas nacionales.
La atención a las áreas rurales ha sido particularmente deficiente, no sólo por las bajas asignacionaciones presupuestarias y el escaso poder político de los organismos seccionales, sino también por la misma estructuración de los municipios, creados fundamentalmente para satisfacer las necesidades de la población urbana.
La estructura administrativa regional existente, así como los mecanismos nacionales de fijación de prioridades, han permitido que se mantengan prioridades extrarregionales de desarrollo, uso ineficiente de recursos y falta de claridad en lo que debería ser la evolución regional en el largo plazo.
El área binacional de estudio comprende partes de la Intendencia de Putumayo y del Departamento de Nariño, en Colombia, y parte de la Provincia de Napo, en Ecuador.
En Putumayo incluye seis municipios: Mocoa (capital de la Intendencia y que se ha tomado como área de influencia), Puerto Asís, La Hormiga, Orito, Sibundoy y Villagarzón; cuatro corregimientos: San Francisco, Colón, Santiago y El Encano. En Nariño incluye la cuenca de la Laguna La Cocha y la parte alta de la cuenca del río Guamués, comprendiendo parte de los municipios de Pasto (capital del Departamento de Nariño), Funes, Puerres, Córdoba y Potosí, los cuales no se han considerado en los estudios por incluir solamente la parte de la cordillera.
En Napo incluye la totalidad de seis cantones: Archidona, Quijos, Sucumbíos, Gonzalo Pizarro, Lago Agrio y Putumayo; comprende la parte más habitada y desarrollada correspondiente a los cantones de Tena, Orellana, Shushufindi y Aguarico. De estos últimos cantones, solamente en Aguarico está excluida la cabecera cantonal, Nuevo Rocafuerte. En el Cuadro 9.1 se da la lista de las divisiones, incluidas en el área del Plan, su población en el ultimo Censo y la estimada para 1986.
Los cantones o municipios más poblados en 1986 eran Puerto Asís con 35 657 habitantes, Lago Agrio con 34 793 habitantes, Tena con 31 429 habitantes, Orellana con 31 158 habitantes y Mocoa con 21 016 habitantes. Estas cinco divisiones alcanzaron un total de 154 053 habitantes, que significó el 58% de la población total.
Cuadro 9.1 DIVISION POLITICO ADMINISTRATIVA Y POBLACION
División |
Población Ultimo Censo1 |
Población Estimada 1986 |
||
Habitantes |
% |
|||
Intendencia de Putumayo |
110 657 |
115 999 |
43,3 |
|
Municipios:
|
Mocoa2 |
20 325 |
21 016 |
7,8 |
Orito |
15 115 |
16 128 |
6,0 |
|
Puerto Asís |
33 418 |
35 657 |
3,3 |
|
La Hormiga |
9 769 |
10 257 |
3,8 |
|
Villagarzón |
12 061 |
12 471 |
4,7 |
|
Sibundoy |
7 313 |
7 481 |
2,8 |
|
Corregimientos:
|
San Francisco |
4 282 |
4 423 |
1,7 |
Colón |
2 711 |
2 773 |
1,0 |
|
Santiago |
4 319 |
4 418 |
1,7 |
|
El Encano |
1 344 |
1 375 |
0,5 |
|
Provincia de Napo |
115 110 |
151 745 |
56,7 |
|
Cantones:
|
Tena |
26 061 |
31 429 |
11,8 |
Aguarico |
3 241 |
3 675 |
1,4 |
|
Archidona |
15 010 |
18 033 |
6,7 |
|
Lago Agrio |
23 863 |
34 793 |
13,0 |
|
Orellana |
29 189 |
31 158 |
11,6 |
|
Pizarro |
3/ |
3/ |
3/ |
|
Putumayo |
3106 |
4 089 |
1,5 |
|
Quijos |
9 175 |
11 256 |
4,2 |
|
Shushufindi |
3/ |
10 411 |
3,9 |
|
Sucumbíos |
5 465 |
6 901 |
2,6 |
|
TOTAL AREA DEL PLAN |
4/ |
267 744 |
100,0 |
1 1982 en Napo y 1985 en Putumayo
2 Se toma como área de influencia
3/ Creados después de 1982
4/ No calculable
Fuentes: |
DANE-COLOMBIA |
|
INEC-ECUADOR, 1984 |
|
CONADE-ECUADOR, 1986 |
Los principales centros poblados son Mocoa, Puerto Asís, Orito y Sibundoy en Putumayo, y Lago Agrio, Tena y Francisco de Orellana en Napo. Adicionalmente se pueden señalar a Villagarzón, San Francisco, Puerto Colón, La Hormiga, Santiago, La Joya de los Sachas, Archidona, Shushufindi Central, Baeza y Puerto El Carmen.
Según se aprecia en el Cuadro 9.2, algunos de los centros han tenido un crecimiento explosivo, como Orito y Lago Agrio, los cuales no existían en 1974, y contaban con 6 152 y 7 237 habitantes en 1985 y 1982, respectivamente. Otros centros, como Sibundoy, Tena y Orellana, sin llegar a los extremos de las poblaciones anteriores, han tenido un crecimiento rápido, habiendo duplicado o triplicado su población de un período censal a otro. Por último, se anota que centros como Mocoa y Puerto Asís han tenido un crecimiento lento o, en el caso de este último, una disminución de población.
La dinámica reciente de la población ha sido más uniforme en la Provincia de Napo, donde se registran elevados incrementos poblacionales en todos los cantones y sus cabeceras. Se destaca el mayor crecimiento de los centros poblados en el área petrolera, como Lago Agrio, La Joya de los Sachas, Orellana y Shushufindi Central, los que, por la dinámica impuesta por esta actividad, han evolucionado de manera acelerada. En la Intendencia de Putumayo los centros de mayor crecimiento, que son Orito y La Hormiga, también se han originado por la actividad petrolera en su área de influencia.
La evolución reciente ha originado la pérdida de importancia de poblaciones de antigua formación, tales como Archidona, Baeza, Cotundo, Borja, Puerto El Carmen de Putumayo, Puerto Ospina y aun las capitales de la Intendencia y la Provincia, Mocoa y Tena. Especialmente en Napo hay una fuerte tendencia a formar una nueva provincia, con los cantones Sucumbíos, Pizarro, Lago Agrio, Shushufindi y Putumayo, que tendría por capital a Lago Agrio. Esta acción indica el grado de importancia e influencia que están adquiriendo las nuevas poblaciones.
Las aceleradas tasas de crecimiento regional, los nuevos proyectos viales, incluyendo el puente internacional en el Río San Miguel, y la expansión de la producción agropecuaria, permiten suponer la continuación de esta tendencia.
La integración espacio-funcional del área del Plan San Miguel-Putumayo es débil, tanto a nivel interno como externo. En este hecho están incidiendo factores tales como la falta de infraestructura vial, las grandes distancias, la reciente creación o expansión de los centros poblados, la carencia de servicios para sus respectivas áreas de influencia, la escasa población y la baja prioridad que le conceden los gobiernos centrales.
Cuadro 9-2 EVOLUCION DE LOS PRINCIPALES CENTROS POBLADOS (Incremento del número de habitantes)
Localidad |
1er. Período |
2 do. Período | |
Putumayo |
1973 |
1985 | |
|
Mocoa |
6 527 |
7 724 |
|
Puerto Asís |
7 271 |
6 416 |
|
Orito |
- |
6 152 |
|
Sibundoy |
2 536 |
4 556 |
Napo |
1974 |
1982 | |
|
Tena |
2 106 |
5 457 |
|
Lago Agrio |
- |
7 237 |
|
Fco. de Orellana |
1 211 |
3 996 |
Fuentes: |
INEC-ECUADOR, 1978 y 1984 |
|
DANE-COLOMBIA |
Ni en Putumayo ni en Napo existen centros regionales claramente definidos. Las capitales de estas divisiones, Mocoa y Tena, ejercen parcialmente esta función, dada la jerarquía de los servicios públicos con que cuentan, pero fuera de este ámbito, proveen poco o ningún otro servicio, siendo considerados como centros subregionales.
Se han identificado otros centros como Orito, Puerto Asís, Lago Agrio y Francisco de Orellana. Cada uno de estos tiene sus áreas de influencia, definidas principalmente por la disposición de las carreteras y de los ríos navegables. Dentro de estas áreas se localizan centros a nivel local, tales como Villagarzón, Santa Ana, La Hormiga, Puerto Colón, Puerto Ospina, La Bonita, Lumbaquí, La Punta, Tarapoa, Shushufindi, Shushufindi Central, La Joya de los Sachas, Puerto El Carmen de Putumayo, Archidona y Puerto Misahuallí.
Los valles de los ríos Chingual y Quijos, aunque administrativamente dependen de Napo, interactúan con Tulcán y Quito, respectivamente, contanto con centros de nivel local tales como La Bonita, Baeza, Cotundo, Cosanga, Borja, El Chaco y Santa Rosa. En forma similar, el valle de Sibundoy depende administrativamente de Putumayo, pero sus relaciones funcionales se orientan hacia Pasto.
Resumiendo, se han identificado nueve áreas funcionales principales: el Valle de Sibundoy, que interactúa con Pasto; el Valle del Río Quijos, que se orienta principalmente hacia Quito; el Valle del Río Chingual, que se relaciona con Tulcán; y las áreas de influencia que corresponden a Mocoa, Orito, Puerto Asís, Tena, Lago Agrio y Francisco de Orellana (Gráfico 9.1).