Página precedente Indice Página siguiente

II. Resumen del diagnostico socio-económico

Para fines del proyecto, la Región Central ha sido definida como el área del Departamento de Francisco Morazán (ver mapa 1), donde se localiza Tegucigalpa, capital de la República de Honduras. La superficie total de la Región es de 7.946 km2. Está ubicada en el centro-sur de la república, entre los 13° 14' y 15° 02' de latitud norte y entre los 86° 42' y 87° 38' de longitud oeste.

La Región se caracteriza por su variado relieve, predominando las áreas montañosas; el área de valle ocupa el 16.4% de la superficie total. Por su posición norte-sur, la Región se ha dividido en tres subregiones que poseen características fisiográficas diferentes pero bastante homogéneas en cada una de ellas. Se encuentra dividida en cinco cuencas hidrográficas: Ulúa, Patuca, Choluteca, Nacaome y Goascorán; las dos primeras de estas cuencas desembocan en el Mar Caribe y las otras tres en el Golfo de Fonseca.

De acuerdo con la capacidad de uso del suelo, el 59.2% de la tierra es de vocación forestal, el 34.8% es de vocación pecuaria y el 6% restante tiene capacidad de uso agrícola. A la vez, el suelo muestra un uso intensivo con cultivos de tierras de vocación forestal y una subutilización con pastos en tierras con mayor capacidad de uso agrícola. No obstante, los recursos forestales son aún considerables: se nota un contraste en zonas donde la cobertura forestal prácticamente ha desaparecido, y en otras donde los recursos todavía alcanzan niveles importantes. La superficie de vocación forestal es de 4.707 km2 y existe una superficie boscosa de 4.189 km2 (89%), con un volumen comercial de bosque de 26.6 millones de m3.

Para fines de análisis, la Región se dividió en dos áreas geográficas definidas: el área metropolitana de Tegucigalpa y el área rural o resto del territorio del departamento. A su vez, el área rural fue dividida en tres subregiones, las cuales, siguiendo los límites municipales, coinciden grandemente con la división por cuencas hidrográficas.

El área rural comprende un total de 28 municipios, entre los que se incluye el municipio de Tegucigalpa, y está compuesta por 3.131 aldeas y caseríos. Su población, de 246.005 habitantes, ha crecido a una tasa promedio anual de 2.4% entre 1974-88. Véase Anexo 1.

En contraste, la población de Tegucigalpa tiene 576.661 habitantes y ha observado un crecimiento de 5.4% anual en el mismo período. Ello ha dado lugar a un crecimiento del área de ocupación de la ciudad, de 1.120 hectáreas en 1955 a 5.140 en 1986, la cual ha quedado distribuida en 377 barrios y colonias. Gran parte del crecimiento de Tegucigalpa se debe al proceso migratorio de las áreas rurales, particularmente de las zonas sur y oriente de la República. Según el Diagnóstico Socio-Económico de la Región Central, preparado por SECPLAN/OEA, la proporción de migrantes en la composición de la población urbana metropolitana es de 42.7%.

El rápido crecimiento de la ciudad, asociado a las restricciones físicas para la expansión de la misma (topografía irregular, riesgos de derrumbamientos, etc.), ha dado lugar a varios problemas. Por ejemplo, el 48% de las viviendas han sido consideradas en una escala de regular a mala. Las viviendas sin servicio de agua potable constituyen el 20% del total urbano, y el déficit de alcantarillado alcanza al 24% del total de viviendas existentes en la ciudad. El déficit de energía eléctrica en el ámbito urbano es únicamente de 5%, justificado por problemas de tenencia de la tierra de determinados barrios y colonias.

Además del fenómeno físico de crecimiento del área urbana de Tegucigalpa, la Región Central también ha mostrado un proceso acelerado de urbanización, lo cual se ha medido por la ocupación económica de la población. Si se compara con el resto del país, la proporción de la población económicamente activa (PEA) total regional ocupada en actividades del sector agrícola ha pasado de 67.6% en 1950 a 16.6% en 1986; a nivel nacional, este proceso ha sido de 83.1% a 45.4% entre los mismos años.

Independientemente del proceso a nivel regional global, en el área rural siguen predominando las actividades agropecuarias, que ocupan el 83.6% de la PEA. En cambio, en el área urbana metropolitana de Tegucigalpa prevalecen las actividades de comercio y servicios, que en conjunto representan el 77.7%, mientras que las actividades productoras de bienes constituyen un 22.3% de la misma.

REGION CENTRAL

La Región Central en su conjunto se caracteriza por observar altos índices de desempleo y subempleo. En el área urbana el índice de subempleo es de 23.3%, y el de desempleo abierto es de 12.2%. En el área rural predomina el subempleo, resultante de la estacionalidad de las actividades agropecuarias y del incipiente nivel de las actividades forestales y agroindustriales, que en conjunto crean únicamente 23.400 puestos permanentes de trabajo (39% de la PEA rural). Ello no significa, sin embargo, que el restante 61% se encuentre en estado de desocupación plena.

En el área rural existe un total de 29.750 familias dependientes de la agricultura (83.6% de la PEA rural); de este grupo, un 38.3% no dispone de tierra directamente, y las restantes, que representan un total de 18.369 familias, se dedican a tareas agropecuarias.

En 1986 estas explotaciones contaban con 191.494 hectáreas; dentro de esta estructura predominaban las explotaciones de menos de 10 hectáreas (91.4%) con 22.7% de la tierra. El sector de reforma agraria estaba formado por 69 grupos compuestos de 1.671 familias y 9.106 hectáreas adjudicadas.

La producción agrícola se genera en más de 50 mil hectáreas cultivadas anualmente y consisten en bienes alimenticios directos, como maíz, frijol, sorgo, plátano, arroz, banano, papa y hortalizas diversas. La caña de azúcar y el café también se producen en cantidades importantes.

La estructura productiva del sector forestal consiste en 16 aserraderos con una producción promedio anual de 50.7 millones de pies tablares; 14 grupos dedicados a la extracción de resina, que representan casi el 60% del total de grupos a nivel nacional con una producción de 18 mil barriles de resina anualmente, y ocho grupos productores de leña que elaboran 154.511 cargas, lo que representa el 36.7% de la extracción nacional. Este sector genera el 12.5% de los empleos a nivel rural.

La industria manufacturera rural está compuesta por 1.067 establecimientos; además de un ingenio azucarero y de los establecimientos de aserrío de madera, allí predominan pequeños negocios de producción de bienes alimenticios, como beneficios de café, elaboración de panela, derivados de la leche, panaderías y otros negocios por el estilo.

La actividad económica urbana se caracteriza por su movimiento comercial y de servicios. Entre estas actividades descuella la industria manufacturera, la cual se ha especializado principalmente en los productos de consumo directo, como fabricación de calzado, prendas de vestir, productos alimenticios y muebles y accesorios. Estas cuatro ramas de actividad representaban el 62.5% de las 1.902 empresas industriales registradas en Tegucigalpa en 1986, entre las que prevalecen el nivel de pequeña y micro empresa.

En conclusión, del análisis de las principales variables socio-económicas se deduce que la situación actual del sistema económico de la Región Central se caracteriza por: a) una estructuración regional débil como consecuencia de una gran disparidad de nivel de los principales asentamientos humanos de la Región; b) una débil integración entre los sectores productivos de la Región, que se manifiesta en la escasa provisión de insumos de los sectores primarios para su transformación en las actividades secundarias; c) una alta subutilización de la fuerza de trabajo, aspecto considerado como el más relevante de los problemas regionales; d) la convivencia de sistemas de sobreexplotación con subutilización de los recursos naturales, lo que ha dado lugar a bajos niveles de ingreso por persona en los sectores rural y urbano, y esto, a su vez, da origen a niveles de pobreza entre grandes contingentes de la población regional; e) un alto crecimiento demográfico, especialmente urbano; esto es consecuencia de los flujos migratorios hacia la Región, que además es el primer centro político-administrativo del país; f) una escasa cobertura del sistema institucional público regional, lo que limita el acceso de la población a los principales servicios básicos, de equipamiento y de infraestructura económica, poniendo de manifiesto, en consecuencia, niveles más críticos en el sector rural, y g) un proceso espontáneo y acelerado de expansión urbana que ha carecido de planificación y de líneas orientadoras en sus distintos componentes.

Página precedente Inicěo de página Página siguiente