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II.2 Observaciones particulares respecto al Darién

II.2.1 Descripción

El clima del Darién con sus lluvias y nubes casi perpetuas ha obstruido la toma de imágenes verticales por métodos convencionales. Unicamente con el método de radar aéreo (Side Looking Airborne Radar, SLAR) se ha podido tomar imágenes homogéneas de la zona en base a las características instrumentales. Desafortunadamente ese método todavía no produce sino imágenes a escalas demasiado pequeñas para los objetivos del presente proyecto, mientras que en terreno accidentado parte de la topografía desaparece en las sombras de las colinas.

En el Darién parecen presentarse tres soluciones para la toma de fotografías aéreas:

- Volar cuando se presente la oportunidad respecto a las condiciones meteorológicas y a la disponibilidad de un avión.

- Volar con un avión con instrumentos fotográficos especiales (lente super-granangular) para la toma de fotografías a una escala entre 1:40 000 y 1:25 000, facilitando el vuelo debajo de un cierto nivel de nubes.

- Aprovechar una época bien corta a principios de diciembre (dos semanas) en la cual generalmente el tiempo es favorable, con el número de aviones necesario para completar de una vez los vuelos dentro de esa época.

La primera solución constituye la base del presupuesto de 1975 del Instituto Geográfico Nacional para un programa de cinco años. Se cuenta con un Cessna 402 B y el equipo disponible en los laboratorios y talleres del Instituto y algunos elementos adicionales. La época de cinco años se basa también en los requerimientos de otras partes del país. La comunicación diaria por radio con puestos de observación sirve para dirigir el avión hacia las zonas en las condiciones meteorológicas más favorables. En el Darién se cuenta con un puesto de observación en Santa Fe.

La segunda solución podría facilitar un trabajo continuo, pero la condición de un nivel estable prometedor nunca se puede garantizar, mientras que en las zonas de colinas probablemente se encuentren las nubes durante la mayor parte del año. Contando con una altitud reducida de vuelo, el relieve de las Serranías del Sapo, Pirre y Bagre y la zona de San Blas podría causar variaciones bien apreciables y hasta intolerables en la escala de las fotografías. Además el número de fotografías producidas va a aumentar con la escala, lo que causará mayores costos que la fotogrametría.

La tercera solución parece la más eficiente para obtener una cobertura fotográfica homogénea, aunque no se puede garantizar que las condiciones climatológicas favorables permanezcan durante tal época.

Bajo parámetros tan inciertos se estima que lo más eficaz sería una campaña (de cierto número de aviones) durante una época corta y bien definida en base a un estudio de los datos meteorológicos disponibles, y al mismo tiempo dejar en espera un avión en la zona para completar los huecos que quedan en la cobertura fotográfica, al final de la época prevista. Se puede definir la duración de la espera hasta un máximo de por ejemplo un mes. En todo caso se estima útil aumentar los puestos de observación meteorológica con anticipación para poder decidir cuándo empezar las operaciones aéreas.

II.2.1 Descripción

II.2.1.1 Fase 1 - La fotografía aérea

El proyecto se caracteriza por cinco fases con levantamientos y labores bien diferentes, las cuales se pueden realizar en parte en forma simultánea: a) la fotografía aérea y la imprenta de fotografías. fotomosaicos y fotoíndices. b) La geodesia o el control terrestre. c) La restitución fotogramétrica de las fotografías incorporando los datos geodésicos de terreno. d) La cartografía o el dibujo de los mapas y su verificación. e) La reproducción de los mapas.

El que aquí se propone trata sobre la primera fase, fotografía aérea.

II.2.1.1 Fase 1 - La fotografía aérea

El Instituto Geográfico Nacional piensa producir las fotografías aéreas a la escala 1:40 000, que es una escala bien adecuada tanto para la producción de mapas topográficos a escalas entre 1:25.000 y 1;100 000, como para la interpretación geológica, edafológica y forestal, por lo menos para la confección de mapas temáticos regionales y semidetallados. Para mapas a mayor escala se preferirá fotografías con escalas más grandes, hasta 1:15 000 y 1:10 000, pero éstas se referirán a zonas bien restringidas. La decisión del Instituto Geográfico respecto a la escala de 1:40 000 se basó también en el equipo disponible (alcance del avión y sistema óptico de la cámara fotográfica).

Contando con la escala nominal de 1:40 000 y recubrimiento lateral de 20% entre las fajas y un recubrimiento de 60% entre las fotografías en la dirección de vuelo, se estima el total del kilometraje de vuelo en 5 672.5 km. El número de fotografías se estima en el orden de 1 550.

En base a una producción de vuelo de 3 horas por día, a una velocidad operacional de 250 km por hora, un avión necesitaría 39 horas de producción.

Para completar las líneas de vuelo previstas dentro de una época de 14 días se necesitaría un avión. Contando con los requerimientos de mantenimiento se dispondrá de un avión adicional, que estará a la orden a razón de US$300/día.

En base a los costos de operación de un Cessna 402 B, calculados por el Instituto Geográfico en $450.00 por día, contando con la base operacional de La Palma, costos de ida y vuelta a la zona de trabajo y apoyo de mantenimiento, se estima un mínimo de $5 850 000 para vuelos previstos.

En forma de alternativa, la fotografía aérea podría completarse dentro de un período que abarque varios años, y para ello debería tenerse en cuenta una secuencia de prioridades.

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