Alianzas para la Inclusión Financiera
"Un amplio acceso a los servicios y productos financieros y a
herramientas de construcción de activos tiene el verdadero potencial
de desencadenar el cambio social necesario para apoyar una mayor
igualdad en las Américas; los diferentes actores debemos comprender
el impacto social de la inclusión financiera y cómo nos puede
beneficiar a todos. Esta no es sólo una cuestión de política pública,
sino una inversión inteligente en el futuro de nuestras sociedades",
esas fueron las palabras del Secretario General Adjunto, Albert
Ramdin en la conferencia
"Alianzas para la Inclusión
Financiera en América Latina y el Caribe: Un catalizador para el
Crecimiento con Inclusión", celebrada en la ciudad de
Nueva York el 29 y 30 abril.
Estudios recientes muestran que en la última década, los países de
América Latina y el Caribe (ALC) han logrado avances significativos
en la reducción de la pobreza y en la expansión del crecimiento, y
se estima que 51 millones de personas han ascendido a la clase media
(
PNUD,
2014). Una demanda cada vez más dinámica de los consumidores y
un sector empresarial creciente han dado lugar a cambios importantes
en el sector financiero y los gobiernos están haciendo esfuerzos
para apoyar una transformación que no deje a nadie atrás. Como
resultado de ello, el tema de la inclusión financiera ha cobrado
importancia y un fuerte interés regional en los últimos años.
Asimismo, hay un reconocimiento cada vez mayor dentro de los
sectores público y privado sobre la necesidad de alinear esfuerzos
para abordar los problemas de la pobreza y la desigualdad en la
región mediante la expansión de productos y servicios a personas que
están en la base de la pirámide.
En respuesta, la Red Interamericana de Protección Social de la OEA
(OEA-RIPSO) - un mecanismo de cooperación que facilita el
intercambio de conocimientos y mejores prácticas en el ámbito de la
protección social, ha establecido las Alianzas Público-Privadas para
la inclusión financiera como una prioridad de trabajo. En
colaboración con el Departamento de Estado de EE.UU., El Fondo
Ciudades para el Empoderamiento Financiero (CFE), y el Departamento
de Asuntos del Consumidor de la Ciudad de Nueva York (NYC/DCA) y su
Oficina de Empoderamiento Financiero (OFE), la OEA-RIPSO reunió a
Ministros y Altas Autoridades del Gobierno de 26 Estados miembros,
junto con más de 100 representantes del sector de la banca
internacional, incluyendo JP Morgan Chase, Master Card, AIG,
Citibank y Visa, así como fundaciones sin fines de lucro, como la
Fundación Ford y otros, para discutir los desafíos y necesidades de
la región en el tema de la inclusión financiera y examinar maneras
concretas de trabajar juntos para lograr un cambio significativo.
 “Los
gobiernos y líderes locales están en una posición única para
lograr integrar a los miembros de las comunidades desatendidas
al sistema financiero. La falta de acceso a servicios
financieros seguros y de alta calidad es un problema que va más
allá de las fronteras de EE.UU. y esperamos con interés poder
apoyar los esfuerzos de la Red Interamericana de Protección
Social de la OEA para promover la inclusión financiera en las
Américas ".
Jonathan Mintz, Director General y Consejero Delegado del Fondo
Ciudades para El Empoderamiento Financiero
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En su discurso durante la reunión, Roberta Jacobson, Subsecretaria
de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados
Unidos declaró que "Para hacer crecer nuestras economías, lograr
redes adecuadas de protección social y fortalecer nuestras
democracias, debemos lograr que nuestros sistemas financieros sean
más inclusivos y receptivos a las necesidades de todos los
habitantes de la región". De la misma manera, Sherry Tross,
Secretaria Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la OEA destacó
la importancia de establecer alianzas y reconoció que "el hecho de
que tantos representantes de los Estados miembros, el sector
financiero internacional, las fundaciones y las organizaciones no
gubernamentales están presentes es evidencia del compromiso y de la
dedicación de todos y cada uno de ustedes para contribuir a los
esfuerzos tendientes a romper el ciclo de pobreza y desigualdad que
afecta a muchos en la región".
En general, los funcionarios gubernamentales aumentaron su
comprensión sobre cómo crear un marco propicio para desarrollar e
implementar iniciativas de inclusión financiera y de creación de
activos; aprendieron sobre diferentes técnicas y programas que han
ayudado a personas a hacer la transición de mercados marginales a
los sistemas financieros formales, y discutieron soluciones
colaborativas tangibles para el desarrollo inclusivo. Más allá de la
reunión, la transmisión en vivo fue vista por más de 13.000
participantes de 37 países.
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De compromisos a la acción
• La OEA y el Fondo para el Empoderamiento Financiero
(CFE) firmaron un acuerdo para apoyar y promover la programación
de la inclusión financiera en América Latina y el Caribe;
• VISA, la República Dominicana y las Bahamas acordaron
explorar la creación de un convenio tripartito para proporcionar
asistencia técnica en la ejecución de programas de
transferencias condicionadas, y
• Se establecerá un área específica en la Red de Protección
Social para facilitar el intercambio de experiencias y el
diálogo permanente;
• Una lista de expertos será creada y puesta a disposición
de los responsables políticos que requieran asesoramiento y
asistencia técnica;
• Una guía de recursos sobre inclusión financiera y
programas de micro finanzas será desarrollada en colaboración
con otros aliados;
• Se promoverán alianzas para ayudar a crear conciencia,
capacidad y acceso financiero, y para analizar datos que
contribuyan a emparejar necesidades con capacidades disponibles;
• Se organizarán reuniones subregionales para ofrecer
información que responda más específicamente a las necesidades
de los diferentes grupos de países.
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