Debido al creciente número de evidencias sobre los beneficios substanciales de las intervenciones en la infancia temprana, muchos países han incorporado programas preescolares en sus agendas nacionales y regionales. Estos países demuestran un interés creciente en modelos no formales de educación y cuidado al niño. Así, encontramos programas basados en el modelo no formal de desarrollo comunitario en varios países, como: India (Servicios Integrales para el Desarrollo del Niño), Colombia (los hogares comunitarios), Kenya (the Harambees, movimiento "Trabajando Juntos"), Brasil (guarderías comunitarias), Jamaica (el programa de Estudio Comunitario), el Reino Unido (Movimiento Playground), y Venezuela (los hogares de cuidado diario).

Los proyectos de DIT tratan de las necesidades de los niños respetando las prioridades y los recursos de sus comunidades. Debido a diferencias culturales y económicas, es imposible basarse solamente en un enfoque para el desarrollo infantil temprano. Así, es importante identificar alternativas de servicios efectivos y no simplemente enfatizar un modelo de programa. Una comunidad puede tener como prioridad el posibilitar que las madres trabajen, lo que exige la provisión de servicios directos al niño, en situaciones formales o no formales. Otra comunidad puede tener como prioridad la necesidad de mejorar el desarrollo de los niños, lo que demanda la provisión de programas de educación a padres y maestros. El diseño de proyectos generalmente se basa en uno de los enfoques siguientes, lo que también ejemplifican los proyectos de DIT incluidos en esta base de conocimiento.

Esta sección describe diferentes programas que los países han utilizado para promover el desarrollo físico y mental de los niños. Las intervenciones están agrupadas en cuatro grandes grupos.

Las alternativas se pueden agrupar en 4:

• Brindar servicios a los niños
• Capacitar maestros
• Capacitar padres
• Educar a través de los medios de comunicación

Para impulsar el éxito y la sostenibilidad de estos enfoques, se debe complementar con esfuerzos para promover la participación de la comunidad, fortalecimiento de los recursos nacionales, promoción de una conciencia pública y demanda, desarrollo de marcos legales que los soporten y, políticas nacionales para los niños y la familia.