CIDH

Palabras del Presidente de la CIDH

PALABRAS DEL COMISIONADO JAMES CAVALLARO, PRESIDENTE DE LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS ANTE EL CONSEJO PERMANENTE

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19 de octubre de 2016

 

Señora Presidenta del Consejo Permanente, Embajadora Audrey Marks, Representante Permanente de of Jamaica.
Señor Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Juez Roberto Caldas.
Señor Secretario General, Luis Almagro.
Distinguidos Delegados de los Estados Miembros y observadores de la Organización,
Señoras y señores,


En mi calidad de Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (“Comisión”, “Comisión Interamericana” o “CIDH”) junto con el Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (“Corte”), consideramos de suma importancia presentar ante este Consejo Permanente la propuesta que elaboramos de manera conjunta.


El objeto de la propuesta es colaborar con los Estados en la tarea de búsqueda de una solución financiera a las dificultades económicas por las que atraviesan ambos órganos, a la luz de lo establecido en la última Asamblea General de la OEA.


En ese sentido, quiero empezar por agradecerle a la Presidenta del Consejo por su inmediata respuesta a nuestra solicitud, y por abrir este espacio en el día de hoy.


La propuesta presentada al Señor Secretario General Almagro y a todas las Representaciones de los Estados Miembros, el pasado 30 de septiembre, se funda en los siguientes principios, conjuntamente acordados por ambos órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos:

  • Que, el principio que rija la determinación del presupuesto asignado a los dos Órganos debería ser el necesario para cumplir cabalmente con el mandato en materia de derechos humanos con plena autonomía e independencia.  Esto nos permitiría trabajar con previsibilidad y sustentabilidad en atención a la demanda de protección y promoción de los derechos humanos en el hemisferio.
  • Que, como mínimo, se duplique el presupuesto global destinado a los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos: Corte Interamericana de Derechos Humanos y Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
  • Que los recursos adicionales que se asignaren, en esta oportunidad, al presupuesto actualmente destinado al Sistema Interamericano, se distribuyan de la siguiente manera: un 57% para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y un 43% para la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
  • Que, estos nuevos recursos deberían ser de carácter anual y obligatorio para todos los Estados Miembros de la Organización de manera de generar previsibilidad y estabilidad para el funcionamiento adecuado de ambos órganos.
  • Que, estos nuevos recursos asignados a la Comisión y a la Corte, no excluyan las contribuciones voluntarias de los Estados Miembros, países observadores u otras fuentes o iniciativas para fortalecer la sustentabilidad financiera y pleno funcionamiento de éstos órganos.

En la actual propuesta del programa-presupuesto 2017, está previsto asignar al Sistema Interamericano un valor global de US$8,390.50.

La propuesta conjunta de los órganos identifica la necesidad de aumentar la asignación, al menos, a US$18,204,450. Este monto se distribuiría de la siguiente manera: US$11,228,250 para la Comisión (62% del total); y US$6,976,200 para la Corte (38% del total).

Vale referir que, de conformidad con los cálculos realizados en el  primer Plan Estratégico de la CIDH, referente al período de 2011 hasta 2015, para el integral y oportuno cumplimiento de todos los mandatos y funciones de la CIDH, se requiere un presupuesto anual de US$35,000,000.

Esto porque la competencia de la CIDH incluye a los 35 países de la región, en relación con los que ejerce su mandato amplio de protección, monitoreo y promoción de derechos humanos.

Solamente en relación con el mandato de protección, en el sistema de peticiones individuales la CIDH actualmente recibe más de 2,000 peticiones al año y tiene una cartera de 1,723 peticiones en admisibilidad, 521 casos en fondo, 118 asuntos en procedimiento de soluciones amistosas, y 166 en seguimiento de recomendaciones y acuerdos amistosos. Asimismo, recibe más de 800 solicitudes de medidas cautelares, y tiene una cartera de 381 medidas cautelares otorgadas en seguimiento de implementación.

En cuanto a la responsabilidad de monitoreo prevista en la Convención Americana de Derechos Humanos, la meta que actualmente tiene la CIDH es la de realizar, por lo menos, una visita in loco al año con su correspondiente informe de país; y, por lo menos, 7 visitas de trabajo.

En materia de promoción de los derechos humanos, hay un conjunto de iniciativas para ampliar el apoyo técnico a los Estados en capacitación, investigación y cooperación en materia de implementación de los estándares del Sistema Interamericano.

Efectivamente, en el Plan 2011-2016, documento público, la CIDH detalló los resultados que podría alcanzar en los diferentes escenarios presupuestales ideales.

Desafortunadamente, tenemos consciencia de que la realidad financiera de la Organización hace que la proyección de un presupuesto adecuado para el pleno funcionamiento de la CIDH sea un ejercicio referencial, en este momento.

Es por este motivo que presentamos una propuesta realista, con un presupuesto mínimo dirigido a mantener la capacidad de trabajo que tuvimos en los últimos 5 años, gracias a los aportes combinados del Fondo Regular y de los Fondos Específicos. En los últimos años, el presupuesto de la CIDH ha variado entre poco menos de 9 millones en 2015 y más de 11 millones en 2013. Así, es este último monto con el que la CIDH pretende contar desde el Fondo Regular de la OEA. Con este valor referencial mínimo, se busca garantizar una mejor sostenibilidad y previsibilidad de las actividades del órgano del sistema. Asimismo, se busca mejorar su capacidad de planificación e implementar una gestión por resultados.

Reitero que dicha suma cubre las operaciones actuales de la CIDH. Por lo tanto, ante el evento de que la asignación de recursos en el Fondo Regular le sea aumentada, la CIDH seguirá requiriendo de contribuciones voluntarias para alcanzar el objetivo de cumplir integralmente con su mandato. En consecuencia, seguiría acudiendo a la voluntad de apoyo bilateral de Estados y donantes comprometidos en la promoción de la vigencia de los derechos humanos en la región.

En ese entendido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos valora las dos propuestas presentadas por Estados Miembros para aumentar los recursos de los órganos del Sistema Interamericano a partir del mandato emitido por la última Asamblea General.

En dichas propuestas, la CIDH observa elementos muy positivos que apuntan a la identificación de salidas concretas al problema estructural de la falta de recursos. Asimismo, la CIDH observa que se complementan en la búsqueda de una solución a corto plazo; y una efectiva respuesta estructural a la situación financiera para el mediano y largo plazo.

Estimados delegados, embajadoras y embajadores, la coyuntura de 2016, el contexto de la más grave crisis humanitaria global de este siglo, nos ha obligado a anunciar una histórica crisis financiera, que puse en su conocimiento en mi presentación ante este Honorable Consejo, el 25 de mayo pasado. Cabe decir que no fue una tarea fácil la de estos últimos meses, ni para la Comisión, ni para los peticionarios, ni para las víctimas, ni para los Estados.

En ese contexto, quisiera reiterar el agradecimiento a todos los Estados que manifestaron públicamente su respaldo a la Comisión y reconocer las expresiones de apoyo de organismos internacionales, redes y organizaciones de la sociedad civil, y personas de diferentes latitudes de la región. Muy especialmente quisiera agradecer las contribuciones realizadas por Argentina, Antigua y Barbuda, Colombia, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay. Chile y Panamá, mas allá de ofrecer contribuciones, también se presentaron para recibir y garantizar nuestros periodos de sesiones. Asimismo, reconocer  los aportes realizados por la Comisión Europea, Dinamarca, España, Suecia, Suiza, Fundación Arcus, Cammina, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). También, agradecer a Canadá que nos solicitó formalmente la construcción de una propuesta de financiamiento que pudimos recientemente presentar.

Para nosotros, la crisis financiera nos es una retórica política. Anunciamos el fin de la crisis de 2016, una vez alcanzados los montos recibidos necesarios para resolver los dos riesgos inminentes que enfrentábamos: la posibilidad de cancelar un período ordinario de sesiones, por la primera vez en la historia de la OEA; y la pérdida de más de la mitad del equipo de trabajo que tenemos para cumplir nuestras actuales actividades. Lo hicimos para cumplir con nuestro compromiso con la verdad, con nuestro deber de transparencia y con el deber de reconocer el esfuerzo financiero que realizaron Estados Miembros y otros donantes para ayudar a resolver la urgencia. Una vez más, les damos gracias a todos y todas los que ayudaron a evitar estos dos inminentes retrocesos en el año 2016.

Sabemos y es necesario enfatizar que salir de la situación de crisis financiera en 2016 y lograr evitar los graves retrocesos que se avizoraban en el horizonte no significa, en lo absoluto, resolver la crítica situación del histórico déficit estructural del financiamiento del Sistema Interamericano. Actualmente, los elementos objetivos que generaron la crisis aún están en el escenario público: la disminución de las contribuciones voluntarias; el crecimiento de la demanda de los usuarios del Sistema; y las condiciones institucionales históricamente mínimas para cumplimiento de nuestras funciones previstas en los instrumentos interamericanos de derechos humanos.

Es por eso que saludamos el esfuerzo de los Estados, a partir de la Asamblea General de República Dominicana, en buscar una solución permanente y definitiva para el tema. Identificamos una disposición sincera de los Estados en generar inmediatamente una solución estructural a la situación financiera del Sistema Interamericano. Esto es un gran alivio, que será debidamente celebrado por  toda la comunidad internacional de derechos humanos.

Para finalizar este punto, quería destacar que enviamos nuestra propuesta conjunta para los Estados por medio de una nota formal, técnicamente explicativa de su contenido.

De otra parte, en consistencia con los mejores principios de comunicación pública, que deben asumir un lenguaje de accesibilidad para un efectivo alcance a las personas más simples y humildes, recientemente usamos una metáfora del fútbol, con el fin de explicarles que estamos en un momento crucial, en el que la iniciativa será de los Estados.

Pero la verdad, es que queremos que lo más pronto posible “la pelota” pueda volver a nosotros, a los órganos del Sistema Interamericano para que cumplamos adecuadamente con nuestros mandatos. Nuestra disposición y compromiso con las víctimas de violaciones de derechos humanos en nuestra región, nos apunta a una vasta agenda que es posible alcanzar.

A partir de un presupuesto regular que cubra efectivamente la integralidad del actual funcionamiento mínimo de la CIDH alcanzaremos la deseada previsibilidad y estabilidad institucional. La estabilidad y la previsibilidad de los recursos nos permitirán, finalmente, concretar un plan de aplicación de los recursos ordinarios; que pasan, por lo menos, por 3 conjuntos de acciones:

 

1.         Mejorar la eficiencia de gestión administrativa actual. Con las condiciones objetivas de planificación garantizadas, es siempre posible hacer más y mejor con los recursos que contamos. Un ejemplo muy concreto son las acciones que hemos tomado para superar el retraso procesal en el sistema de casos y peticiones para alcanzar mayor celeridad. En ese particular, el día de ayer anunciamos el resultado de un conjunto de medidas tomadas para superar el atraso procesal en la etapa de estudio. Vale destacar la evaluación de un total de 6,405 peticiones en los dos últimos años, resultado inédito en la historia del sistema de peticiones y casos. Asimismo, se anunciaron una serie de medidas adicionales que se pretenden implementar en el corto y mediano plazo para abordar la demora en las etapas de admisibilidad y fondo. A partir de una nueva realidad financiera la CIDH se propone:

  • reforzar la estructura del departamento de desarrollo institucional y asuntos administrativos;
  • establecer un plan de prioridades para identificar las tareas esenciales; 
  • promover una evaluación de la calidad de los gastos actuales y su utilización;
  • utilizar medidas de micro gestión para rediseñar y optimizar la división del trabajo interno;
  • avanzar en acciones de complementariedad con los sistemas internacionales, regionales y subregionales de derechos humanos;
  • invertir en el área de tecnología para crear nuevos sistemas para avanzar informatización de los actuales flujos y procedimientos; y
  • adoptar una política de transparencia activa y gestión de la información.


2. Contemplar legítimas expectativas históricamente constreñidas. Los simples elementos de previsibilidad y estabilidad presupuestaria permitirían a la CIDH enfrentar temas clásicos, como son:

  • el equilibrio entre los pilares de protección, monitoreo y promoción;
  • el equilibrio entre las relatorías temáticas;
  • la puesta en funcionamiento de la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales;
  • reforzar la capacidad de brindar asesoría a los Estados para el fortalecimiento nacional en materia de cumplimiento de los estándares del Sistema Interamericano, así como realizar cooperación técnica para el intercambio de buenas prácticas en defensa de los DDHH; y
  • reforzar y priorizar los procedimiento de soluciones amistosas para los casos y peticiones individuales.

 

3. Realizar nuevas acciones e iniciativas. La definición de   nuevas acciones e iniciativas para el trabajo de la CIDH, debe ser realizado por medio de un proceso de construcción participativa y dialogal de su nuevo Plan Estratégico. Aprovecho esta ocasión, para anunciar con satisfacción que, en seguimiento de los compromisos adquiridos por la CIDH, se dará el inicio a un proceso de construcción del Plan Estratégico 2017-2020. Para ese fin, la Comisión utilizará una metodología diseñada para asegurar la participación de los usuarios del Sistema Interamericano para tomar en cuenta sus perspectivas en la definición de las prioridades y los resultados esperados para los próximos 4 años. La Comisión se ha propuesto realizar este ejercicio de construcción colectiva y participativa, mediante una serie de consultas regionales y jornadas de diálogo con representantes estatales, sociedad civil, expertos académicos, donantes, organismos internacionales y órganos de la OEA. Como resultado de este esfuerzo conjunto se generará un documento orientado a fortalecer su capacidad de cumplir con su mandato con metas claras y resultados medibles. Finalmente, la Comisión pretende que la implementación efectiva del Plan Estratégico esté sujeta a evaluaciones de progreso, a medidas de transparencia y a rendición de cuentas periódicas.

En los últimos cinco meses, en mi calidad de Presidente de la CIDH, he realizado innumerables gestiones y he tocado diferentes puertas, para lo cual he participado en foros y reuniones que han tenido lugar en diferentes países de la región y fuera de ella. Quisiera compartir con ustedes la tremenda satisfacción por el reconocimiento a la relevancia del Sistema Interamericano por parte de distintos países e instituciones prestigiosas en todo el mundo. Sistema que es considerado como fundamental, por constituir un referente en materia de protección y promoción de derechos humanos. Dichos reconocimientos trascienden los trabajos de los órganos del Sistema, y dotan de relevancia y legitimidad a la Organización de Estados Americanos en su conjunto.

Al mismo tiempo, en esos espacios me han preguntado, en repetidas ocasiones, si los Estados Americanos reconocen el trabajo de la Comisión y de la Corte.  Les respondo que sí; y cito las resoluciones de apoyo de la Asamblea General, las declaraciones de apoyo de los Estados y las propuestas que están siendo discutidas.

Y de manera invariable me preguntan, qué medidas concretas que están adoptando los Estados para atender la crítica situación financiera de su propio sistema de derechos humanos al mediano y largo plazo?

Ilustres representantes, señores y señoras, quisiera poder responder que los Estados Americanos alcanzaron una solución financiera estructural para su sistema de derechos humanos y difundirlas en breve.  Para tal finalidad, las propuestas hoy  presentadas constituyen un paso de suma importancia para avanzar en la construcción de un piso mínimo y común de derechos para las personas de nuestra región, reforzar nuestro compromiso con las víctimas y afirmar los derechos humanos como criterio esencial para la gobernabilidad hemisférica.

Esperamos poder contar con su apoyo.

Muchas gracias por su atención.