- English
- Español
Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) expresan su preocupación por el empeoramiento de las condiciones para el goce de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) en Cuba, especialmente de las mujeres y otras poblaciones en situación de vulnerabilidad, e instan al Estado a implementar los estándares interamericanos y los principios de indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos.
En el marco de la séptima reunión de la Red integrada por organizaciones de la sociedad civil respecto a la situación de los derechos humanos en Cuba (Red Cuba), el pasado 4 de mayo, se recibió información sobre la situación socioeconómica de la población en Cuba; el aumento exponencial de la pobreza, el deterioro de servicios públicos esenciales, la aguda escasez de alimentos y productos de primera necesidad, las restricciones a la libertad de elección profesional, así como vulneraciones a los derechos laborales fundamentales. Las organizaciones señalaron que la crisis de institucionalidad democrática en Cuba agudiza esta situación.
La REDESCA viene monitoreando la situación de los DESCA de las poblaciones en situación de vulnerabilidad y de discriminación histórica en la Isla y observa cómo los efectos de la pandemia por COVID-19 impactarían en sus derechos. Ello podría resultar especialmente preocupante en el actual contexto global de emergencia climática y la vulnerabilidad geográfica de Cuba frente a la misma. En particular, REDESCA sigue de cerca la situación de los derechos laborales y sindicales, y ha identificado la discriminación laboral como un problema grave y estructural que afecta de manera específica a las personas afrocubanas, a la población LGBTI y a las mujeres.
En relación con las mujeres trabajadoras, se destaca especialmente la violencia ejercida contra las mismas y la persistencia de estereotipos de género que perpetúan los roles de cuidado y las tareas del hogar como un deber y una responsabilidad no remunerada, lo que contribuye con mantener la brecha de género. De ello dan cuenta los testimonios de mujeres que viven del trabajo informal, y que carecen de la protección que ofrece la legislación laboral y de las prestaciones sociales que pudieran corresponderles.
Asimismo, la CIDH y la REDESCA han recibido denuncias de varias representantes de organizaciones de mujeres y defensoras de derechos humanos que reportan la represión contra mujeres lideresas y sus familias si realizan cualquier acción de manifestación en contra del régimen, especialmente a favor de la libertad y democracia.
La CIDH y la REDESCA subrayan con preocupación la feminización de la pobreza derivada de la división inequitativa de la carga de cuidados y de la relegación de las mujeres a trabajos informales, así como la influencia que tales estereotipos representa para los derechos de las mujeres en el ámbito laboral, para el acceso al trabajo de calidad o el establecimiento de relaciones laborales en condiciones de igualdad, situación que se agrava en el caso de mujeres afrodescendientes.
La CIDH y la REDESCA destacan la necesidad de un adecuado respeto y garantía de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, como el derecho al trabajo, tanto de las mujeres en su diversidad como de los distintos grupos sociales en situación de vulnerabilidad o de discriminación histórica en Cuba. Conforme a lo señalado en el Compendio de derechos laborales y sindicales, el Estado debe garantizar plenamente estos derechos sin discriminación y en condiciones de igualdad, lo cual es fundamental para erradicar la pobreza, y asegurar la autonomía y el empoderamiento de las mujeres y otros colectivos.
La REDESCA es una Oficina autónoma de la CIDH, especialmente creada para apoyar a la Comisión en el cumplimiento de su mandato de promoción y protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en el continente americano.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actuar como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.
No. 127/22
3:00 PM