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Washington, D.C. - Con motivo del Día Internacional del Migrante, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llama a los Estados de la región a adoptar medidas para prevenir todo tipo de discursos y apologías al odio tendientes a incitar a la violencia o cualquier otro tipo de acciones ilegales contra personas migrantes, refugiados y apátridas. En la actualidad hay más de 63 millones de migrantes internacionales en los países de América.
Durante los últimos años, la Comisión ha observado con suma preocupación el auge de discursos dirigidos a fomentar el odio, la violencia y la discriminación contra las personas migrantes y apátridas en diversos países de la región y del mundo. En los últimos meses, el auge de discursos de odio contra migrantes y otras minorías nacionales ha venido acompañado por un aumento en las cifras de crímenes de odio y diversas formas de acoso contra estas personas.
Cada vez con mayor frecuencia, los migrantes están siendo acusados partidos nacionalistas y políticos populistas del aumento de la criminalidad, el terrorismo y el desempleo, sin suministrar datos estadísticos que prueben este tipo de afirmaciones. A partir de la manipulación de la percepción pública sobre la migración, ciertos políticos han convertido a migrantes y refugiados en los principales chivos expiatorios que utilizan para alimentar el miedo en sus sociedades y ganar apoyo popular.
La Comisión Interamericana ha observado con preocupación cómo los discursos políticos de odio hacía los migrantes han venido acompañados con propuestas relativas al cierre de fronteras, la construcción de muros migratorios, la detención y deportación masiva de migrantes y en general hacía la estigmatización y criminalización de los migrantes, en particular de aquellos que se encuentran en situación migratoria irregular. En muchos casos, este tipo de medidas han pasado de los discursos a la práctica, ocasionando violaciones graves y masivas violaciones a los derechos humanos de los migrantes y sus familias.
Los discursos de odio y la xenofobia contra los migrantes y otras minorías también están ocasionando un gran número de situaciones de acoso en escuelas, espacios de trabajo y otras esferas públicas, en donde personas están siendo víctimas de persecución y acoso en razón de su situación migratoria o la de sus padres o de su origen nacional.
La Comisión recuerda que existe una estrecha relación entre los prejuicios y estereotipos difundidos dentro de las sociedades y los actos de violencia cometidos contra migrantes y otras minorías. Aunque no todos los mensajes de odio resultan en crímenes de odio, los crímenes de odio rara vez ocurren sin una estigmatización previa y deshumanización de los grupos a los que van dirigidos. La Comisión observa que existe una relación intrínseca entre la difusión de estereotipos y prejuicios negativos de las personas migrantes y la marginación, discriminación y violación de derechos que enfrentan estas personas.
En este sentido, la Comisión Interamericana recuerda que es obligación de los Estados adoptar medidas para prevenir que estas condiciones de odio y discriminación se difundan, empeoren o traduzcan en actos concretos de violencia, así como de proteger a los grupos y sectores principalmente afectados, como son las personas migrantes. Asimismo, la tolerancia o inacción de los Estados ante discursos de odio, discriminatorios o de las manifestaciones violentas contra personas migrantes u otras minorías refuerzan la creación de contextos discriminatorios, haciéndolas más vulnerables; de manera que los Estados deben de establecer sanciones de diversa índole de manera que respondan de manera adecuada los despliegues de discriminación, odio y violencia por parte de actores estatales o particulares.
El Comisionado James Cavallaro, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señaló: "Ningún Estado, por ningún motivo, está legitimado para violar los derechos humanos de los migrantes. Ni siquiera a pesar de contar con el apoyo de algunos sectores de la sociedad, los derechos humanos de los migrantes no pueden ser violados". Por su parte, el Comisionado Enrique Gil Botero, Relator sobre los Derechos de los Migrantes, expresó: “Frente a los desafíos actuales y futuros que plantean aquellos que enarbolan el odio y la violencia contra los migrantes, desde la Comisión Interamericana reafirmamos nuestro compromiso en promover y defender la dignidad y los derechos humanos de estas personas. Como Estados y como sociedades tenemos que trazar una línea y plantar la cara frente aquellos que incitan al odio y la violencia contra las personas migrantes y otras minorías. Tenemos que estar unidos contra aquellos que usan el odio para dividirnos.”
Por último, la Comisión Interamericana destaca que una de las principales formas para promover y proteger los derechos los migrantes es reconocerlos como sujetos de derechos. En este sentido, la Comisión insta a los Estados a ratificar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros instrumentos interamericanos aplicables. Asimismo, la Comisión llama a los Estados a implementar en sus políticas y prácticas nacionales las normas y estándares desarrolladas en su informe “Derechos humanos de migrantes, refugiados, apátridas, víctimas de trata de personas y desplazados internos: Normas y Estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 190/16