Indice Parte I: -Capítulo 1 - Capítulo 2 - Capítulo 3 Parte II: - Capítulo 4 - Capítulo 5 - Capítulo 6 - Capítulo 7 - Capítulo 8 Bibliografía |
Aunque el costo de prestar servicios de atención infantil a los niños pequeños se ha estudiado en los países industrializados, hasta ahora existe poca información relativa al costo en los países en desarrollo. Tampoco se conoce el valor de los beneficios que los niños, las madres y las comunidades reciben en relación con el costo de proporcionar diferentes servicios a los niños. Por lo tanto, resta determinar el nivel óptimo de los servicios que necesitan los niños muy pequeños y la mejor manera de financiarlos. Determinando el costo Los gastos para los programas de desarrollo para la primera infancia se pueden dividir entre las siguientes necesidades: Según un estudio reciente de seis países en desarrollo (Wilson 1995), sólo en Mauritania la mayoría de los establecimientos de atención infantil adherían a las normas del gobierno (o sea, tenían instalaciones sanitarias adecuadas, cumplían con los reglamentos de incendios y seguridad y tenían áreas de juego adecuadas adentro y afuera). En los seis países, las normas eran menos rigurosas cuando los locales se usaban para múltiples finalidades. En Colombia, se determinó que 70% de todos los locales carecían al menos de un requisito básico (electricidad, inodoro con sistema de desagüe, piso de madera u hormigón y una habitación para el trabajo con niños de un mínimo de 20 metros cuadrados (ICBF 1994), y más de la mitad fueron juzgados "en mal estado" (deficiencias en dos rubros como mínimo). Por tanto, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) está apoyando el establecimiento de centros municipales que podrían aceptar a varios grupos de madres y niños de la comunidad. En India, aunque las comunidades deben supuestamente proveer un local adecuado para un centro preescolar (ya sea construyendo uno nuevo o adaptando un edificio existente), menos del 25% de los centros preescolares en funcionamiento cuentan con instalaciones adecuadas de desecho de aguas residuales y 39% operan en estructuras semipermanentes. Abastecimiento de alimentos. Los alimentos son el insumo más costoso en un programa de desarrollo para la primera infancia y pueden representar hasta 40% de los costos del programa. Los alimentos suelen ser provistos por el gobierno mediante el Ministerio de Agricultura, o donantes internacionales como el Programa Mundial de Alimentos. Si bien los costos se pueden reducir haciendo participar a la comunidad en el abastecimiento de alimentos, asegurar una entrega oportuna y un suministro sostenible de suplementos alimentarios es en general difícil logísticamente. Las operaciones de cooperación, en materia de alimentos, requieren por ende supervisión permanente. Personal (capacitación y sueldos). Algunas personas que cuidan a los niños reciben sueldos; otros se consideran voluntarios y reciben pequeños honorarios. A los voluntarios, sin embargo, no se les puede exigir tanto como a los empleados y muchos insatisfechos con su situación exigen el pago de sueldos. Supervisión. La supervisión es necesaria en forma permanente para que el programa sea eficaz. El costo de la supervisión debe incluirse en las operaciones. Evaluación. Además de vigilar la puesta en práctica de los programas, cada proyecto debe incorporar en su diseño una evaluación del impacto del programa. Los gobiernos pueden controlar los costos si focalizan los servicios con márgenes más estrechos para que lleguen sólo a los más necesitados. Algunos han instituido medidas de participación en los costos, pagar a los "voluntarios" honorarios (en lugar de contratarlos como personal regular con beneficios y sueldos) y promovido los servicios de cuidado infantil en casas en lugar de los centros. Estas medidas, no han reducido en general los costos, tanto como se esperaba y en algunos casos han comprometido la calidad del programa.
Financiando el programa La mayoría de los gobiernos financian las intervenciones de la primera infancia con sus ingresos generales. La cantidad de ingresos públicos pagados por los servicios de atención infantil es indicativa de la importancia de estos servicios para el Estado al igual que la proporción de los pagos privados refleja la importancia que estos tienen para las familias. Las familias en los países industrializados asignan aparentemente mucha importancia a los servicios de atención infantil, que se calcula cuestan entre un cuarto y la mitad del sueldo de la madre. Aunque la proporción relativa de las contribuciones públicas y privadas varió en Bélgica, Dinamarca, Italia, y Japón, Psacharopoulos (1982) determinó que en todos estos países, ambas han aumentado lentamente con el transcurso del tiempo. Financiamiento público y compartido. Muchos países en desarrollo otorgan importantes subsidios a los servicios ampliados de atención infantil para que estén al alcance de las familias pobres, quienes gastan casi todos sus ingresos en alimentos, vivienda y transporte. El gobierno de Colombia, por ejemplo, financia 85% de los costos de su programa Hogares Comunitarios de Bienestar, principalmente mediante un impuesto patronal fijo sobre sueldos y salarios del 2% en 1974, el cual aumentó a 3% en 1988.Tabla 7 Los sistemas de costos compartidos en cuatro países
La mayoría de los gobiernos nacionales comparten el costo de las intervenciones en la primera infancia con los gobiernos locales y los beneficiarios del programa (Tabla 7). El gobierno central de Kenya, por ejemplo, financia la capacitación de las cuidadoras de los niños, aunque las autoridades locales proveen y mantienen los locales para el programa preescolar. El gobierno nacional de India paga todo menos la alimentación complementaria, que es financiada por los estados. En un movimiento arriesgado e inusual, el gobernador de Santa Catarina en Brasil asumió plena responsabilidad por los programas en los centros y combinó los aportes que había obtenido, de cada sector del gobierno estatal, para establecer un presupuesto intersectorial de ayuda a los niños (Myers 1995). Los padres pagan generalmente los sueldos de las personas que cuidan a los niños. En Colombia, los padres abonan la mitad de honorarios de las cuidadoras de los niños y la mitad de los aportes al seguro social. El gobierno de Colombia financia además un préstamo para ayudar a las madres encargadas de los hogares comunitarios (desde recién nacidos) a hacer arreglos en sus viviendas. Hasta hace poco, las asociaciones de padres eran responsables por los incumplimientos en estos préstamos, pero ante las altas tasas de incumplimiento, el gobierno ha introducido una política que hace responsable a las madres que administran los programas preescolares de reintegrar el monto del préstamo si abandonan el programa. Tabla 8 Programas de desarrollo infantil temprano en cuatro países
b. La proporción de los costos para 1985 con respecto al salario mínimo es de 1:14 y la proporción respecto al producto nacional bruto per cápita (PNB) es de 1:40. c. Excluye valor calculado de las contribuciones en especie de las comunidades beneficiarias. d. La proporción de los costos para 1985 con respecto al salario mínimo es de 1:5 y la proporción respecto al producto nacional bruto per cápita (PNB) es de 1:18. Fuente: Para los datos de 1994 Wilson, 1995; para los datos de 1985 Myers, 1995.
Tarifas a cargo del usuario. Varios países han instituido estas tarifas para financiar parte de sus intervenciones en la primera infancia. Los padres que participan en el Proyecto Comunitario de Atención y Nutrición del Niño en Colombia, por ejemplo, deben pagar según el cálculo de una escala gradual que toma en cuenta los ingresos familiares. En el Proyecto Integrado de Desarrollo del Niño en Bolivia, los padres pagan una cuota mensual fija equivalente a US$2.50 (en precios de 1993) para el primer niño y una cuota inferior por cada hermano que se inscribe. Métodos creativos de financiamiento. Tailandia ha elaborado un método de financiamiento según el cual los préstamos deben ser reintegrados a los fondos de préstamo del poblado (financiado por el Fondo de Niños Cristianos). Se envían a un fondo de capital para financiar programas de desarrollo infantil en la comunidad en forma continua. En Mauritania el gobierno creó el Fondo de Bienestar de la Zona de Procesamiento de Exportaciones como una concesión a los trabajadores de ZPE, quienes constituyen el 20% de la fuerza laboral del país pero no se benefician de los reglamentos laborales más ventajosos que se aplican fuera de las zonas. Creado para financiar los servicios sociales para los trabajadores de ZPE y sus hijos, el fondo deriva sus ingresos de un sistema tripartito de pagos mensuales del Estado, los empleados y los empleadores. El fondo de servicio social de ZPE otorga subvenciones para crear o continuar programas de desarrollo infantil mediante organizaciones no gubernamentales. Estas administran, abren centros infantiles, y subsidian los honorarios preescolares para los niños de los trabajadores de ZPE. Con este sistema de financiamiento tripartito, el gobierno nacional aporta cerca del 10% de los ingresos del fondo de servicio social de ZPE.
|
Indice Parte I: -Capítulo 1 - Capítulo 2 - Capítulo 3 Parte II: - Capítulo 4 - Capítulo 5 - Capítulo 6 - Capítulo 7 - Capítulo 8 Bibliografía |