Libertad de Expresión

Comunicado de Prensa 82/03

RELATOR PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN CONDENA ASESINATO DE PERIODISTA EN BRASIL

 

El Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, Eduardo A. Bertoni, condena el asesinato del periodista Nicanor Linhares Batista e insta a las autoridades brasileras a continuar con la investigación del hecho y  sancionar a sus responsables.

 

Según la información recibida, Nicanor Linhares Batista era el conductor y propietario de la Radio Vale do Jaguaribe de la ciudad de Limoeiro do Norte, Estado de Ceará. Nicanor Linhares Batista fue baleado el lunes 30 de junio en su estudio mientras grababa su programa diario “Encontro Político” (Encuentro Político).

 

Hasta el momento no se conocen los móviles del asesinato; sin embargo, según información recibida Nicanor Linhares Batista era conocido como un periodista polémico que cuestionaba fuertemente la administración pública local razón por la cual habría sido hostigado previamente.

 

El Relator recuerda que el asesinato de un comunicador social es la práctica más brutal para coartar la libertad de expresión en las Américas.   Tal como establece el principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la CIDH, “el asesinato y la amenaza a los comunicadores sociales violan los derechos fundamentales de las personas ”. De acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanos, de la cual Brasil forma parte, los Estados tienen el deber de investigar de manera efectiva el asesinato de periodistas, y sancionar a todos sus autores.  La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que la inexistencia de una investigación efectiva y completa del asesinato de un periodista y la sanción penal de los autores materiales e intelectuales resulta especialmente grave por el impacto que tiene sobre la sociedad.  La impunidad de estos crímenes no sólo tiene un efecto amedrentador sobre los demás periodistas, sino también sobre cualquier ciudadano, pues genera el miedo de denunciar  atropellos, abusos e ilícitos de toda índole.

 

El efecto negativo del asesinato de un periodista solamente puede ser evitado mediante la acción decisiva de los Estados de castigar a los responsables de amenazas y asesinatos de periodistas.  Por esta vía los Estados pueden mandar un mensaje fuerte y directo a la sociedad, de que no habrá tolerancia para quienes incurran en violaciones al derecho a la libertad de expresión.

 

Por este medio, el Relator, insta al Gobierno brasilero a que continúe con la investigación del hecho y que tome todas las medidas necesarias para garantizar que este crimen no quede en la impunidad.  Asimismo, el Relator insta a las autoridades a que  garantice que los periodistas puedan ejercer su valiosa función de informar a la sociedad brasilera sin sufrir consecuencias arbitrarias ni acciones intimidatorias.

 

Washington, DC

3 de julio de 2003