Libertad de Expresión

Comunicado de Prensa 14/99


RELATOR PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN REPUDIA ASESINATO DE PERIODISTA COLOMBIANO

El Relator para la Libertad de Expresión de la OEA, Santiago A. Canton, expresa su total repudio por el asesinato del periodista colombiano Rodolfo Luis Torres. El 21 de octubre pasado la policía encontró el cuerpo del corresponsal de Radio Fuentes en Sincelejo, Cartagena, con tres disparos en la cabeza. Según testigos, cinco horas antes cuatro hombres lo habían sacado por la fuerza de su casa.

El Relator Especial para la Libertad de Expresión reitera a las autoridades colombianas su preocupación por la integridad física de los periodistas de ese país, teniendo en cuenta que tres periodistas han sido asesinados en Colombia en menos de tres meses. Al reciente asesinato de Rodolfo Luis Torres, se suman las violentas muertes de Jaime Garzón, humorista de Radionet y Caracol Televisión, baleado el 13 de agosto pasado y Guzmán Quintero Torres del diario local El Pilón asesinado el 16 de septiembre pasado.

La libertad de expresión es la piedra angular del sistema democrático, y un paso fundamental para construir la paz en democracia que busca el pueblo colombiano. Unicamente a través del debate libre de ideas y opiniones se podrá construir esa paz. El asesinato de periodistas es la práctica más brutal para coartar la libertad de expresión en las Américas. Con 18 periodistas asesinados durante 1998, América Latina es la región del mundo más peligrosa para el ejercicio de la profesión de periodista. Desafortunadamente, debido a la situación particular por la que atraviesa Colombia, es el país de la región con mayor cantidad de periodistas muertos en los últimos años.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que la inexistencia de una investigación efectiva y completa del asesinato de un periodista y la sanción penal de los autores materiales e intelectuales resulta especialmente grave por el impacto que tiene sobre la sociedad. La impunidad de estos crímenes no sólo tiene un efecto amedrentador sobre los demás periodistas, sino también sobre cualquier ciudadano, pues genera el miedo de denunciar atropellos, abusos e ilícitos de toda índole. El efecto negativo del asesinato de un periodista solamente puede ser evitado mediante la acción decisiva de los Estados de castigar a los responsables de los asesinatos. Por esta vía los Estados pueden mandar un mensaje fuerte y directo a la sociedad, de que no habrá tolerancia para quienes incurran en violaciones al derecho a la libertad de expresión.

Por este medio, el Relator, le solicita al gobierno colombiano que tome todas las medidas necesarias para garantizar que este crimen no quede en la impunidad, y al mismo tiempo, busque mecanismos para otorgar protección efectiva a todos aquellos periodistas colombianos que están siendo constantemente amenazados por cumplir con su valiosa función de informar a la sociedad.

Santiago A. Canton
Relator Especial para la Libertad de Expresión en las Américas
Washington, DC